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TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

DE CÁDIZ, SUS PUERTOS, SUS PUENTES Y SUS MACGUFFINS

JUAN JOSÉ TÉLLEZ
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El cine de Hitchcock se basaba en los macguffins, aunque ignoro si se escribe realmente así porque no he consultado el google sino ese impreciso servidor virtual que es la memoria humana. El cineasta buscaba un pretexto para que hubiera acción en sus películas: un plano robado, una conspiración para no se sabe qué, a fin de entretener al espectador y justificar la acción. El calendario de construcción del segundo puente a Cádiz se ha convertido en los últimos días en el mayor macguffin de las habituales refriegas entre PSOE y PP. Y no faltan razones: si se inaugura en el 12, se llamará La Pepa. Si en el 13, lo mismo le llaman El Gafe y ya tenemos mal bajío asegurado hasta el próximo centenario.

Si hemos de creer al primer teniente de alcalde de Cádiz, José Blas Fernández, sin duda alertado por el CNI municipal, las obras transcurren «bajo mínimos» porque hay pocos currantes en la actual estructura. Claro que tampoco parece demasiado científico el método utilizado por José Blanco, ministro de Fomento, para demostrar la tesis contraria: según declaró en Sevilla, alguien le manda fotos de cómo avanzan las obras. Se trata de un diputado por Cádiz cuyo nombre omitió aunque todos los indicios apuntan a Rafael Román.

Que Blanco dice que son «cositas», las formas de hacer política del PP y que cuando gobernaban los conservadores y Teófila Martínez y Javier Arenas tenían más mano en el Gobierno, no estaban hechos ni los planos. Que las obras, añadió Blanco, avanzan al ritmo que marcan los Presupuestos Generales del Estado, José Blas le replica que «una cosa son las partidas presupuestarias y otra muy distinta la liquidez necesaria para ir pagando, porque una empresa seria como es Dragados no va a parar por gusto». El Macguffin está servido sobre el paisaje de una Bahía en la que nuestro I+D+I particular nos garantiza de que vamos a seguir siendo, por mucho tiempo y sobre todo después del caso de Cádiz Electrónica, una de las mayores factorías de paro de un país cuya primer industria parece ser el desempleo: entre puente y puente, la población activa provincial vive en un 25% de los presupuestos públicos.

El Puente de 'La Pepa' es el 15M de Pepe Blas. El veterano munícipe anunció que los conservadores proseguirán con las movilizaciones, con el mismo entusiasmo que un okupa de Valcárcel proclama que hace falta una nueva constitución en España. Blanco, en cambio, denunció a San Juan de Dios por seguir al pie de la letra el manual marxista de la agitación y propaganda: «En relación con el puente, antes se ponían vallas para apropiarse del puente de Cádiz como si lo hiciera el Ayuntamiento y cuando los ciudadanos saben que lo hace el Gobierno en colaboración con la Junta ahora se recogen firmas para que vaya más deprisa o se inventan retrasos». La historia resolverá este macguffin, cuando el The End vaya cayendo sobre los almanaques. Claro que los finales de Hitchcock siempre eran inquietantes. Y esto lleva pinta de lo mismo.

No sólo de puentes habló el ministro durante una conferencia en Sevilla. También habló de puertos y del imprescindible corredor ferroviario del Mediterráneo que conectará el puerto de Algeciras con Valencia y Barcelona. O el corredor central, que mejorará la conexión de Cádiz con Madrid. Pero hace falta apostar por el transporte ferroviario de mercancías, proclamó Blanco. Algo sobre lo que se especulaba hace una semana en esta misma página y en relación con la ampliación de la terminal de contenedores de los muelles gaditanos. Al respecto, el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Rafael Barra, sostiene claras precisiones: «La terminal de contenedores no es sólo una terminal más. Posibilitará separar el tráfico de pasajeros del de mercancías, aislar los cruceros, quizá permeabilizar el muelle Ciudad.».

Que no es una decisión repentina sino un proyecto que lleva seis años sobre la mesa y que no se trata de un pulso con Algeciras: «Ellos tienen tráfico de trasbordo y nosotros, hinterland, en lo que nos estamos tan lejos de ellos», afirma. «Hay seis millones más. Ya había 54, con lo que en total son 60 millones de euros de fondos FEDER. El proyecto no es ampliar la actual terminal de Concasa, es hacer una nueva más competitiva, en otro sitio, y dejar la actual para cruceros».

Que no hay competencia con el puerto de Sevilla porque los cruceros que llegarán allí no son los que vienen a Cádiz. Que La Cabezuela creará un parque de placas solares que compartirán espacio con el de las naves privadas que ahora alcanza 80.000 metros cuadrados y con cuatro grúas móviles también de inversión empresarial.

«Coincido en que es necesario conciliar intereses y las potencialidades de dos puertos en la misma provincia -me dice y nos dice Barra, pero también Blanco--, coincido en el gran papel que debe jugar la Comunidad Autónoma para coordinar actuaciones y ofertas de conjunto y conseguir un «Sistema Portuario, Ferroviario y Logístico Andaluz», y que es fundamental mucho dialogo sabiendo escuchar». Ojalá el ruido de los macguffin no nos impida oír el bosque de las oportunidades que sigue teniendo Cádiz, a pesar de los pesares, de nuestros temores y de las discusiones a menudo creativas pero casi siempre absurdas de aquellos que nos representan.