El espionaje a la casa real disparó la alarma
Las escuchas ilegales a Guillermo de Inglaterra fueron el principio del fin para 'News of the World' y un duro golpe para el emporio mediático
LONDRES.Actualizado:La redacción de 'News of the World' se ha convertido en escenario de crímenes. La plantilla produjo ayer el último número del centenario dominical y solo podrá retornar a sus viejas mesas de trabajo en el segundo piso de una torre de Wapping, en el este de Londres, acompañados por un guarda de seguridad. Los discos duros de los ordenadores pueden almacenar datos que ayuden a desenmarañar el gran escándalo de las escuchas ilegales perpetradas por el rotativo de Rupert Murdoch.
También se buscan pistas en las plantas reservadas a los altos mandos ejecutivos, como James, hijo del magnate, y Rebekah Brooks, actual consejera delegada de News International, la división británica de los negocios de prensa de News Corporation. Aunque corre la sospecha de que datos cruciales de los peces gordos responsables de la delictiva conducta profesional ya se han borrado de los archivos informáticos.
El periódico muere hoy pero el delito se detectó años atrás. La bomba saltó con una noticia de escaso peso, una lesión en la rodilla del príncipe Guillermo, que News of The World (NoW) publicó en 2005 como otra de sus «exclusivas mundiales». El príncipe solo había informado del accidente a su secretario y ante la repetición de incidentes similares se llegó a la conclusión de que el tabloide estaba interceptando los móviles de la familia real. Un año después, el corresponsal palaciego, Clive Goodman, entraba en prisión por escuchar 600 mensajes telefónicos de Guillermo, su hermano Enrique y sus asesores.
Con Goodman cayó el detective privado Glen Mulcaire, autor material de las escuchas. Tenía un contrato con NoW de 120.000 euros anuales y, según se probó en el juicio, también había intervenido los móviles de futbolistas, políticos y cineastas. News International quiso zanjar la polémica comprando el silencio de las víctimas no monárquicas por cifras astronómicas y asegurando la dimisión del entonces director del dominical y posterior portavoz del Gobierno británico, Andy Coulson.
El embrollo resurgió en 2009, cuando'The Guardian' desveló que NoW había compensado con 840.000 euros a Gordon Taylor, director ejecutivo de la asociación de futbolistas. El rotativosugería además que la trama de las escuchas afectaba a unas 2.000 o 3.000 personas. Fue el campanazo que dio pie a decenas de pleitos contra el líder de la prensa sensacionalista y que recientemente forzaron a sus propietarios a emitir un mea culpa y garantizar indemnización a todas las víctimas.
La Policía aún estudia la documentación confiscada al detective Mulcaire: 11.000 páginas con datos de 4.000 posibles víctimas y las iniciales de los periodistas o ejecutivos que le encargaron los pinchazos. Según ha trascendido esta semana, las intercepciones no se limitaban a famosos y políticos, sino que se extendían a víctimas de los atentados islamistas de julio de 2005, a familiares de soldados muertos en acción y a muchas personas en situación vulnerable.
La confirmación de que News of the World manipuló el buzón de una joven cuando la policía investigaba su desaparición, dando falsas esperanzas a los padres de encontrar a su hija con vida, precipitó el ocaso de NoW. Se desató una campaña en pidiendo el boicot del tabloide, los anunciantes congelaron sus contratos y la clase política se alzó en armas contra News International. El jueves, James Murdoch anunció que el periódico de mayor tirada en lengua inglesa se editará hoy por última vez.
Murdoch también se excusó por primera vez de haber autorizado indemnizaciones para asegurar el silencio de las primeras víctimas conocidas. «Fue erróneo», dijo. En su comunicado insinuó que directivos del dominical han mentido al Parlamento británico y aseguró que News International está colaborando completamente con las investigaciones policiales.