El año de Emilio Viqueira
«He aprendido a base de hostias», reconoce el director deportivo del Xerez
Actualizado:El 5 de julio de 2010 llegaba Emilio Viqueira a la sala de prensa de Chapín entre sonriente y abrumado. No es que no estuviera acostumbrado a tanto foco ni le intimidara el nuevo proyecto que estaba a punto de coger por los cuernos, sino porque pensaba en todo el trabajo que suponía coger a un equipo recién descendido, con cuatro jugadores en cartera, y devolverle la ilusión a toda una afición ya desde los despachos, que no desde el terreno de juego y con el 10 en la espalda. Ya ha pasado un año y el director deportivo del Xerez ha querido hacer para LA VOZ un balance de 365 días que han tenido de todo.
«He aprendido a base de hostias», te suelta de pronto. No se caracteriza por su cautela ante un micro, algo que le hace «transparente», como él se suele definir. Eso sí, el pasado futbolístico le sale rápido cuando se le pide un repaso del año que dejamos atrás: «La nota la debe poner la afición. Tuvimos un comienzo bastante duro porque había pocos futbolistas cuando cogimos al equipo, pero durante el año las cosas han ido a mejor». Viqueira destaca que ha hecho las cosas «con mucha ilusión, transparencia y haciéndolo lo mejor posible. Además, el personal ha estado bastante bien, ya que se han hecho las cosas de manera correcta, y en general el balance que puede hacer es positivo, aunque me gustaría estar arriba». El gallego habla del próximo curso y señala que, a pesar «de las dificultades del club, vamos a hacer un proyecto un poco más ambicioso para que el equipo esté más arriba». Y es que la experiencia o el pagar la novatada le ha servido al director deportivo azulino para aprender de cara al presente curso: «He aprendido a base de hostias, esa es la realidad. Todo era nuevo, no había tiempo para equivocarme, haciendo las cosas rápido y con poco presupuesto, pero al final esa es la mejor manera y lo bueno es que he tenido la ayuda de la gente del club, de la prensa, que siempre me ha tratado bien, y así todo es más fácil».
Caso Javi López
Una de las situaciones más complicadas en su primer año como responsable deportivo del Xerez se la encontró Viqueira con Javi López. El equipo acabó en octava posición, aunque la sintonía entre la grada y el técnico catalán acabó antes de tiempo. A pesar de eso, el gallego no se arrepiente de haber firmado en su momento al ya exentrenador del Xerez, aunque reconoce que «como xerecista que me considero, me dolió mucho ver a la afición desencantada. El balance que puedo hacer es bueno, aunque todo el mundo pensaba, tanto dentro como fuera, que era el año para meterse en los 'play off', que estábamos cerca, pero lo único que me da pena es el sentir de la gente, aunque al final, para se el primer año, que era muy complicado, considero que fue bien, aunque también entiendo el malestar de la gente». Eso sí, el gallego apunta que hay que darle «oportunidades a los profesionales».
Más complicada aún fue la rueda de prensa de despedida de Vicente Moreno. Viqueira reconoce que «el día de Vicente fue muy emotivo, muy difícil y duro. Yo tampoco pude despedirme de la afición de la manera que quise y de alguna manera me vi reflejado un poco en él y en lo que le estaba pasado a un amigo, pero el día más complicado como director deportivo fue con Antoñito». El gallego confiesa que «hemos convivido cosas juntas y al final esto es difícil. Se puede decir que lo más complicado de ser director deportivo son estas papeletas».
Pero ahora toca pensar en el futuro más inmediato que no es otro que el inminente inicio de la pretemporada. Viqueira se mostraba tranquilo al cerrar el frente del delantero centro tras la contratación por dos temporadas de Íñigo Vélez, del que destaca que es «el delantero que nos faltaba. Tenemos a José Mari que combina bien todas las facetas, Tato es veloz, Óscar (Díaz) también puede jugar ahí y creo que Íñigo es la referencia que nos faltaba». Para el director deportivo, el delantero es un jugador que «a pesar de su altura tiene un juego de pies que va a sorprender, ya que domina muy bien ese estilo, y que nos hace falta porque necesitamos un futbolista que aguante bien el balón. Además, tener cuatro delanteros diferentes le viene bien a cualquier equipo de esta categoría».
Una vez solucionada la llegada del ariete que buscaba, la actualidad se centra en el fichaje de «uno o dos defensas centrales», una posición en la que el director deportivo quiere «acertar», ya que «salen muchos nombres, pero hay que darle muchas vueltas, estamos esperando cómo se sucedan las cosas, pero sobre todo pendiente del tema económico, y evidentemente, cuanto más dinero puedas ofrecer en el mercado, a priori mejores cosas encuentras, aunque tampoco se garantiza nada».
Lo que sí está claro es que la opción Leandro Gioda se evapora tras las últimas conversaciones entre Viqueira y el agente del jugador, aunque el gallego no arroja la toalla: «No me he cansado de llamar porque tengo buena relación con Leandro, pero después de hablar con su representante tengo claro que es difícil. Él considera que no puede ser, al menos con esas cantidades, y estoy algo sorprendido porque al final los futbolistas juegan donde quieren jugar, pero este tema es algo diferente, hay que respetarlo y ya seguimos mirando otras opciones. Es una pena, pero así es la realidad». En este tema, Viqueira añade que «no es descartable. Hemos quedado para hablar estos días, pero ya te digo yo que la última conversación con el representante no fue buena, no convencen los números, pero te fastidian estas cosas porque hablaban de mostrarle cariño, y en el Xerez el cariño no se puede traducir en dinero». Lo que no descarta Viqueira es que el mercado traiga algún jugador extra en las próximas semanas: «Vamos a intentar estar alerta hasta el último día del mercado. Tenemos ahí el tema de Héctor (Font), pero todo se basa en las prioridades, y esas son las llegadas de dos centrales, dependiendo de económicamente cómo lleguemos. Además, en pretemporada siempre puede haber algún futbolista de la cantera que sorprende y puede ganarse un puesto durante el verano».