«El precio es ya el único requisito»

«Se están alquilando chalets en Chiclana por 1.800 euros la quincena». Solo con ese dato Lidia O'Doherty, propietaria de la inmobilaria Melkart, explica la situación. Los precios están bajando y también las exigencias de los arrendadores. Según cuenta, «prácticamente lo único que te preguntan es por la renta, el resto ya les importa menos». La situación económica está obligando a contraer las vacaciones y el mercado se adapta. Se cierran contratos por temporadas cada vez más cortas.

Por lo general, se ha pasado de los quince días a la semana e incluso se llegan a apalabrar fines de semana. A pesar de todo, San Fernando mantiene su demanda. Lidia O'Doherty resalta que «se está teniendo en cuenta que es una zona más barata» y se pide entre 400 y 500 euros por semana y hasta 800 euros la quincena. Esas han sido las tarifas habituales de los últimos años y, salvo excepciones, continúan siendo las mismas. De momento «las contrataciones son las mismas que otros años, cosa que no nos ha ocurrido con Chiclana, donde se han resentido un poco», indica.

Los inquilinos tienen ahora mucho más peso en la negociación del contrato y en muchos casos cierran el tope máximo que quieren o pueden pagar. El regateo es una práctica cada vez más habitual y que los propietarios acepten el precio que ofrece el cliente, también, porque temen que su vivienda se quede vacía todo el verano. Cada vez son más los particulares que se lanzan al mercado del alquiler de vacaciones en municipios como Puerto Real y San Fernando. Optan por cerrar acuerdos durante la temporada alta a precios más competitivos que en Cádiz, El Puerto o Chiclana.

Como último apunte, las agencias cierran siempre la conversación denunciando la competencia desleal de quienes ofrecen y contratan alquileres sin declarar su actividad.