Alquileres de saldo

Los carteles llevan meses colgados, pero sus propietarios han recibido pocas llamadas. En pleno julio aún quedan muchos pisos de temporada vacíos y ya hay quien ha decidido abaratar el precio para que no se le queden colgados. Esa es la tendencia general y el porcentaje varía entre el 10% y el 20% dependiendo de la zona. Los destinos con mayor tirón aguantan las tarifas hasta última hora, mientras que los menos demandados optan por recortar antes de correr el riesgo de quedarse sin inquilino y con el piso vacío.

Durante los últimos meses apenas se han hecho reservas. Muchos de los fieles a la costa gaditana han esperado hasta el último momento a la caza de algún chollo, pero el precio no ha bajado tanto como esperan. El negocio del alquiler no conoce de rebajas durante la temporada alta, aunque ha tenido que ajustarse a las exigencias del mercado. Pocos pueden permitirse ya un mes completo fuera de casa y buscan alojamiento por semanas e incluso de viernes a domingo. El director general del portal inmobiliario pisos.com, Miguel Ángel Alemany, señala que los apartamentos de temporada solían ofrecerse por quincenas, pero «los tiempos de alquiler se han vuelto más flexibles». Pisos.com recoge anuncios para periodos muy cortos, desde semanas a fines de semana, muchos de ellos en Chiclana. «El objetivo es rentabilizar la propiedad de algún modo, llegando al mayor número de demandantes posible», indica Alemany y reconoce que la sobreoferta que existe en ciertos puntos de la costa ha afectado a las rentas a la baja.

El caso de la capital es especial. Se trata de una ciudad universitaria y el negocio de los estudiantes garantiza la ocupación durante el curso escolar. Los precios son asequibles, siempre y cuando no se exija un contrato formal al propietario. Durante el verano se disparan. Pueden llegar a doblarse por temporada y pasar de los 500 euros mensuales, a los 800 o 1.000 por quincena, según apuntan algunos particulares que han accedido a hablar con este medio.

A la hora de anunciarse, pocos son ya los que recurren a los servicios inmobiliarios. Internet y las publicaciones de anuncios han desbancado incluso al clásico cartel colgado en la ventana. Este año también se han visto muchas cancelaciones, con lo que la primera quincena de julio puede terminar con un buen número de viviendas vacías.

En el Puerto también se aprecia un descenso del precio, aunque menor que los de Chiclana, Sanlúcar o Chipiona. Los propietarios se han mostrado firmes hasta última hora, pero llegado julio han comenzado a ceder. Estas rebajas solo afectan a las viviendas familiares -pisos y adosados- como los que están disponibles en Valdelagrana. No ocurre lo mismo en el mercado de lujo. La inmobiliaria Guadalmar gestiona un buen número de propiedades de este tipo en Vistahermosa. En este caso, la rebaja «ha sido inapreciable». Gestores de esta oficina reconocen que las reservas se han retrasado hasta julio y «muchas viviendas se van a quedar vacías», pero las rentas se mantienen.

En el listado de inmuebles disponibles se observan anuncios de hasta 30.000 euros por el mes de agosto. Se trata de lo que el sector denomina como «casas buenas», que cuentan con todo tipo de comodidades. En cualquier caso, «este mercado no tiene crisis», indican.

La sobreoferta de Chiclana sí ha tenido mayor incidencia en las rentas, especialmente en los pisos que no están a pie de playa. Empleados de la inmobiliaria Alameda confirman que «las contrataciones han caído enormemente con respecto a otros años». Ahora es cuando han comenzado a recibir llamadas en busca de chollos. Desde la agencia apuntan a que «ha habido una rebaja, pero no tanto como esperan los clientes».

Diferente ha sido el caso de Conil, que no ha visto caer sus precios. Desde hace años es un destino de moda, especialmente apreciado por madrileños y vascos. Varios particulares de la zona que se anuncian en portales como pisos.com indican que los clientes son fieles y han vuelto a repetir.