MÚSICA

«Barbate tiene una 'mano negra'»

El último disco del gaditano, 'Janda', el más personal, pone banda sonora al rico patrimonio de su tierraTito Alcedo Guitarrista

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Para Tito Alcedo la playa donde iba de niño, a medio camino entre Barbate y Los Caños, aloja entre sus dunas cientos de recuerdos que se mecen a merced del levante. Vivencias, estampas, olores y sabores que tienen en su memoria una banda sonora propia, melodías y acordes que ahora ha plasmado en su nuevo disco, 'Janda', un álbum que sonoriza el patrimonio, no solo natural, de su querida comarca gaditana. Un espejo de la esencia de una tierra llena de contrastes, playas inmortales y un 'savoir vivre' que no tiene iguales en ninguna parte del globo.

Tintes de folk, música brasileña, jazz y sobre todo flamenco inundan las canciones, la mayoría instrumentales, de este trabajo financiado por el Grupo de Desarrollo Rural del Litoral de la Janda, dirigido por Jaime Castro. Gracias a su apoyo, Alcedo ha hecho realidad un proyecto que rondaba su cabeza desde hace años. 'Janda' es el mayor regalo que un músico puede hacer a su gran musa, y es que las exuberantes playas y los fuertes vientos que agitan corazones son la principal fuente de inspiración de este artista que comenzó su carrera con tan solo 15 años.

Este disco sigue la estela de 'Agüita Salá', su anterior trabajo. En esta ocasión, Alcedo recorre con su guitarra los siete pueblos del litoral jandeño: Conil, Vejer, Barbate y Tarifa. 'Playa de la Hierbabuena', 'Cala del Aceite' o 'Señora de los vientos', 'Vientecito de levante' son algunas de las composiciones que pueblan este disco, de nueve temas, ideal para disfrutarse en un momento de relax, preferiblemente con vistas al mar.

'Mandanga y cacaruca' es uno de los cortes que guardan un sabor especial para el músico. Se trata de una expresión típica de su pueblo que su madre solía usar cuando se comportaba como un niño travieso. Para Alcedo ese recuerdo de su infancia tiene ritmos brasileños, «como una bossa nova rápida». Por su parte, 'De derecho y de revés' hace referencia al arte de la pesca del atún. «Según el pescado venía de poniente o de levante se decía que venía de derecho o revés», cuenta el guitarrista, que mezcla en este tema la música contemporánea con la bulería.

El virtuosismo de este artista, que suele dar clases particulares de guitarra, puede comprobarse en las sutilezas estilísticas que presentan sus composiciones, afinaciones alternativas, sonoridades diferentes y el empleo de diversos instrumentos de cuerda, desde la guitarra acústica de cuerdas metálicas, a la clásica española y laúd árabe, que ya tocaba en los discos de Javier Ruibal. Precisamente con el cantaor portuense -con quien ha trabajado durante catorce años- ha vuelto recientemente a los escenarios, después de cuatro años sin colaborar. Junto al pianista Iñaki Salvador y en formato trío deslumbraron el mes pasado en la Noche Blanca de Córdoba.

Colaboraciones de lujo

En 'Janda', grabado íntegramente en los estudios Caleta Récords de la capital, Alcedo ha contado con colaboraciones de muchos de sus amigos: Javi Ruibal, Jorge Pardo, Nono García, Jesús Lavilla o Joan Massana, además de la voz de Eva Durán en una de las canciones.

No obstante, el «gran ausente» es el bajista Alfonso Gamaza, fallecido hace ahora dos años e íntimo amigo de Alcedo, a quien está dedicado el álbum. «Yo quería que él hubiese participado en el disco, me quedé con tantas ganas de grabar con él...», reconoce el guitarrista gaditano.

Inmerso ahora en la gira del guitarrista José María Bandera, sobrino de Paco de Lucía, Alcedo espera poder material este trabajo en un espectáculo que pueda llevarse a teatros y auditorios. Sin embargo, la crisis ha dibujado un panorama tan oscuro que aún no hay nada cerrado. Aun así, su guitarra no descansa y sigue paseándose por decenas de escenarios, ya sea junto a Ruibal o su otro gran amigo Nono García.

Un paraíso poco explotado

A Alcedo le entristece la evolución que ha tenido su pueblo, desde su infancia a la actualidad. Pese a su riqueza natural, «posee las mejores playas de Cádiz», su explotación turística deja mucho que desear. «Todavía no tiene un hotel en condiciones», critica y alude a una 'mano negra' que siempre ha sobrevolado Barbate. «El pueblo ha perdido muchos trenes, muchas grandes oportunidades», se lamenta. El entorno de Barbate «es impresionante», pero el gafe es evidente. «Ahora que pasan por fin los atunes por aquí, no nos dejan cogerlos. Los piñones no se recogen. Las conservas, después de que Barbate fuera una de las mejores conserveras del país, no dan dinero. O por lo menos, no se ve». Fuentes de riqueza que no encuentran canales adecuados para su gestión y que «no nos sacan de la pobreza».