Azulgrana y radiante El Camp Nou se estrena hoy como escenario de bodas
Actualizado: GuardarIbán Anglada (Barcelona, 1977) y Sígrid Sans (Sant Carles de la Rápita, 1977) llevan unos días de locos. El pasado miércoles, a las diez de la noche, todavía estaban en el salón de su casa encajando mesas e invitados. Cogían los nombres, los repasaban, los estudiaban con detenimiento, analizaban las filias y las fobias de cada cual, los dividían por grupos e intentaban cuadrar ese sudoku nupcial tan arriesgado. Nada raro. Ibán, comercial de una empresa de logística, y Sígrid, economista, viven en El Masnou (Barcelona) y se casan hoy: ya tienen los trajes, ya han contratado el viaje de novios, ya han cerrado las condiciones del banquete. Parece una boda normal.
Pero no lo es.
Cuando Ibán y Sígrid aparezcan en el banquete, por megafonía no sonará, como de costumbre, la Marcha Nupcial de Félix Mendelssohn, sino el 'Tot el camp', de Manuel Valls i Gorina, himno oficial del Barça. La Copa de la Liga y el último trofeo de la Champions League presidirán el banquete. Un DVD repetirá todos los goles del equipo azulgrana en la temporada 2010-2011. Y cuando los 270 invitados tomen el aperitivo, lo harán a pie de campo, en la banda, donde calientan los futbolistas, seguramente abismados en la contemplación de un majestuoso y vacío Camp Nou.
Ibán y Sígrid son los primeros novios que han decidido casarse en el estadio del Fútbol Club Barcelona.
«Queríamos algo especial y se nos ocurrió el sitio», aclara Sígrid. En octubre de 2010, la entidad catalana anunció oficialmente que abriría sus instalaciones para la celebración de bodas. La medida cuenta con bastantes antecedentes en el fútbol británico (ya se hace en Wembley, en Highbury o en Old Trafford), pero todavía suena rara en España. Al parecer, la idea surgió gracias a la iniciativa de dos novios polacos, Ana y Boris Slysz. La pareja se había prometido en el descanso de un partido de Liga (Barcelona-Sevilla) el 22 de abril de 2009. «Le dije a Ana que iba a buscar unos refrescos, volví y le traje un anillo», contaba Boris. Un año después, en septiembre de 2010, se casaban en el consulado de su país. Nada más formalizar su matrimonio, se dirigieron al club para contarles su historia y para pedirles permiso para hacerse una foto a pie de campo, en aquel estadio que fue testigo de su compromiso. A alguien se le encendió entonces una lucecita.
Estadios para todo
Los grandes clubes se están devanando los sesos para sacar algo más de dinero de sus míticos estadios, aunque de momento prefieren enfocar sus estrategias de marketing, como en el caso del Santiago Bernabéu, hacia el mundo de la empresa: «Desde una presentación de producto, una convención, una reunión de trabajo, un ciclo formativo, una cena de gala, un concierto o incluso un partido en el terreno de juego. Las opciones las marca el cliente», señalan en el club blanco, que incluso ha editado un 'Libro de las ideas' para asesorar a los interesados. También Mestalla, sede del Valencia, ofrece sus palcos e incluso el césped (siempre que no haya Liga) para celebrar diversos actos sociales. Incluso estadios más modestos, como Los Cármenes (Granada) o Las Gaunas (Logroño), han prestado sus graderíos para las multitudinarias ceremonias bautismales de los Testigos de Jehová.
Pero a Ibán y a Sígrid no les preocupa todo esto. No les interesan los eternos problemas económicos de los equipos de fútbol ni sus alambicados proyectos de marketing ni lo que hagan o dejen de hacer en el Santiago Bernabéu. Ellos son culés hasta la médula, socios y miembros de la peña azulgrana El Masnou-Ocatá-Teià, y han querido celebrar su día más importante en el estadio del Barça. Su estadio.
Les ha salido un poco más caro, pero ya les está compensando: «Es algo excepcional y todo el mundo está muy ilusionado: familia, invitados, amigos...». Ibán, además, fue jugador de la sección de hockey sobre hielo del Barcelona, ha llevado el escudo culé muchas veces sobre su pecho y aún maneja el stick en el equipo de veteranos: «Mis compañeros están como locos -dice-; ten en cuenta que ellos también han jugado con el Barça, así que tener una boda en el Camp Nou es lo máximo». El estadio de fútbol está a cuatro pasos de la pista de hielo, sede de los partidos del equipo de hockey.
En realidad, lo que Ibán y Sígrid celebran hoy es un convite. La unión oficial se formalizó ayer, en el Ayuntamiento de Vilassar de Mar, un pueblecito del Maresme. Fue una ceremonia íntima que acabó con una comida en la playa para nueve personas. Lo gordo llega hoy, a partir de las siete de la tarde: primero habrá una recreación de la ceremonia, en la Sala Roma, luego se servirá el aperitivo y finalmente el banquete, que será en la platea, con vistas al césped. «Es un lugar magnífico, irrepetible», se ilusionan los novios. Durante unos días los invitados fantasearon con la idea de pisar el rectángulo de juego e incluso pensaron en jugar un partidillo de madrugada por donde suelen correr Xavi, Iniesta o Messi, pero el club ya les ha avisado de que la hierba no se toca. Al parecer, el césped se levantará y se trasladará al Miniestadi, sede del equipo filial, y debe mantenerse en buenas condiciones.
¿Un padrino del Madrid?
El Fútbol Club Barcelona ofrece varias opciones a los novios que deciden casarse en el Camp Nou. Según lo que quieran gastarse, pueden utilizar los videomarcadores del campo, hacer sonar el himno oficial por megafonía, contemplar y acariciar los trofeos más importantes, llegar en el autobús del club o incluso contar con la animación de las 'cheerleaders' de la sección de baloncesto. Ibán y Sígrid han escogido los tres primeros extras. «Lo de las Copas nos hacía especial ilusión», reconocen. «Durante hora y media, los invitados van a poder admirarlas y fotografiarse con ellas».
A partir de las siete de la tarde, los 270 invitados, casi todos culés, disfrutarán de lo lindo con este singular banquete, tan impecablemente azulgrana... Quizá solo se encuentre un poco a disgusto don Ximo Sans, padre de Sígrid, que lleva semanas frunciendo el ceño y asegurando ser del Real Madrid.
- ¿Y qué hace un señor del Madrid en la boda?