CGT denuncia el «despido improcedente» de un educador de El Salvador

Las Hermanas de la Caridad, congregación religiosa que regenta el comedor de El Salvador, despidieron el pasado 29 de junio «de manera improcedente» al trabajador Toni Guillen, según denunció la CGT a través de un comunicado. El perjudicado ocupaba el puesto de educador social en el comedor, desde el mes de enero de 2007. Este despido, como subraya el sindicato, se produce tras proponer tal y como recoge el ordenamiento jurídico laboral una negociación de la modificación de las condiciones sustanciales de su trabajo, «impuestas unilateralmente por la empresa».

«La CGT denuncia ante la opinión pública y la sociedad solidaria jerezana -como así consta en el comunicado- la actitud que adopta una institución de supuesto calado humanitario y social-cristiano, al utilizar sin ningún escrúpulo los mecanismos más ruines que presenta el marco laboral neoliberal contra los derechos de los trabajadores».

Éste, de reconocido prestigio en el mundo social y solidario de Jerez, afirman que había planteado también hace algún tiempo ante la dirección de la orden religiosa la adaptación de las medidas de seguridad e higiene a la actual Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Para la CGT, no es de recibo que el dinero de los recursos de las organizaciones dedicadas a cubrir las necesidades de los más débiles «se desvíe sin importarles el estado de la despensa para despedir al precio que sea a los profesionales laicos, a pesar de todo el apoyo que reciben tanto de instituciones públicas como privadas».