Zapatero prepara una remodelación del Gobierno «prudente y moderada»
Anuncia que el discurso de Rubalcaba mañana en su proclamación como candidato marcará «un antes y un después»
MADRID.Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero prepara ya la sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Gobierno pero, según anticipó ayer, no tiene intención de acometer una gran revolución interna. Más bien, al contrario. «Todo será -dijo- prudente y moderado». A pocos meses para las elecciones generales, los socialistas creen que ha llegado el momento de ceder el protagonismo absoluto al candidato que mañana ofrecerá, como apuntó el jefe del Ejecutivo, su «primer discurso ante el país».
Los tambores de una crisis inminente son ya tan fuertes, hay quien aventura que se producirá hoy mismo, que hasta el propio Zapatero, acostumbrado a despejar las preguntas de los periodistas sin perder la compostura, cayó en la tentación de dar al menos una pista sobre sus intenciones. Y al planteársele si tenía previsto aprovechar la salida de su número dos para acometer una reestructuración en toda regla que implique la supresión de departamentos o el relevo de otros ministros dio a entender que no será así.
Sus palabras, con todo, son estrictamente indicativas de nada. La última vez que aseguró que se limitaría a sustituir a un ministro por otro, en octubre de 2010, acabó acometiendo el cambio más radical de un equipo gubernamental en sus años de mandato: defenestró a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, para poner en su lugar a Rubalcaba; prescindió de su fiel ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para entregar su cartera a la no menos leal Trinidad Jiménez; hizo ministra de Sanidad a la hasta entonces secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín; suprimió los Ministerios de Igualdad y Vivienda; dio el Ministerio de Presidencia a Ramón Jáuregui y sustituyó a Celestino Corbacho, el único que sabía de antemano que dejaría el cargo, por el hoy ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.
Aquella remodelación se entiende mejor a la luz de los acontecimientos. Rubalcaba es hoy cabeza de cartel del PSOE y los cuatro ministros entrantes forman parte el equipo que elaborará las bases de su programa electoral o del comité político asesor que hará aportaciones de manera más informal al candidato.
Insustituible
Ahora las quinielas de los socialistas apuntan también a algo más que un mero parcheo para tapar los huecos que deje el vicepresidente. Algunos dirigentes de peso han aconsejado a Zapatero que deje el puesto de número dos vacante para dar idea de que 'Alfredo' es insustituible. También hay quien apuesta por volver a un macroministerio de Justicia e Interior pilotado por el ministro Francisco Caamaño y por la salida de la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ahora que el Gobierno, en su intento de conectar con el electorado en fuga, está dispuesto a dar marcha atrás con el canon digital.
En cualquier caso, la idea es que lo que ocurra en el Ejecutivo no eclipse de ninguna de las maneras a Rubalcaba. Los socialistas, empezando por el presidente del Gobierno, han generado enormes expectativas con su intervención en el acto de proclamación como candidato, que tendrá lugar mañana en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. «Será un antes y un después, sin duda -vaticinó Zapatero-; todo el PSOE está con una gran expectación por escuchar el proyecto de país de Alfredo Pérez Rubalcaba».
El comité electoral del partido, capitaneado por Elena Valenciano, lleva semanas preparando el acontecimiento y ya tiene lista una web que sustituirá a la oficial del PSOE desde el comienzo del acto hasta el lunes. A través de ella se podrá seguir lo que ocurra en el recinto. Pero lo llamativo es que ya anticipa cuál será la imagen de la próxima campaña: nada de 'Alfredo P.', el veterano político usará su marca de siempre, Rubalcaba. Letras en rojo y tres verbos que, según la dirección de la formación, le «definen», escuchar, hacer y explicar.
Los organizadores del acto aseguran que no habrá excentricidades y que se ha apostado por mostrar al candidato «como la gente lo ve: sobrio». Aún así, también se quiere trabajar en un flanco que solo conocen quienes tratan al vicepresidente, y es la cercanía. De hecho, el sábado no solo se cuenta con los miembros del Comité Federal. Rubalcaba estará rodeado, una novedad, de «familiares y amigos».