Rigor anticorrupción

La última encuesta del CIS contiene un apartado sobre la corrupción en el que un 85,6% de los consultados la considera «muy» o «bastante» extendida en España, con los políticos como el colectivo más implicado en el fenómeno y con la construcción como la actividad con más prácticas corruptas. En honor a la verdad, tampoco los empresarios, los jueces ni los periodistas se salvan de la crítica. La encuesta detecta cierta laxitud en la ciudadanía a juicio de la propia opinión pública, ya que más de la mitad de los encuestados cree que los españoles cumplen poco o nada las leyes y el 62% que son tolerantes con la corrupción política. Parece claro que urge la búsqueda de un mayor rigor frente a esta lacra, que debería establecerse al menos en dos grandes frentes: el pedagógico, orientado a lograr que la escuela eduque en los grandes valores democráticos y de responsabilidad social, y el de la transparencia, que debería plasmarse en normas mucho más estrictas de supervisión y control de las actividades de todas las administraciones públicas, incluida la judicial.