Amistades de doble filo
Ernesto Alterio, Diego Martín y Alberto Lozano forman 'triángulo amistoso' en 'Amigos ' una comedia gamberra que dirigen al alimón Boja Manso y Marco Cabotá
MADRIDActualizado:La comedia sigue siendo uno de los puntales de nuestro cine. Lo confirma la llegada este viernes a las pantalla de 'Amigos ', comedia con un punto gamberro en la que forman 'triángulo amistoso' Ernesto Altero, Diego Martín y Alberto Lozano. La dirigen al alimón Borja Manso y Marcos Cabotá, que aúnan intereses para debutar en el largometraje y suman sus experiencias en el mundo de videoclip, el documental y el cine publicitario con este canto a la amistad desde el prisma de las víctimas del 'síndrome de Peter Pan' en el que conviven el desmadre y la ternura aderezados con gotas de humor negro.
Goya Toledo y Manuela Velasco son el contrapunto femenino en esta peli de chicos que se carcajea y pone en solfa y el mundo de los realitys y la televisión más empalagosa, pero que coproduce Telecinco junto a Tripictures. El reparto se adorna con resultones cameos de famosos de la cadena, como Sara Carbonero y Tania Llasera, además de Carolina Cereceda y del tenista Carlos Moyá, sustituto de urgencia del futbolista José María Gutiérrez 'Guti, que pegó la "espantá".
La entretenida comedia se desliza por el resbaladizo y escabroso terreno de las amistades de doble filo, haciendo equilibrios sobre el delgado hilo que separa la amistad de la enemistad. Sus treintañeros e inmaduros protagonistas viven caballo entre la camaradería y el odio sin cuento. Se debaten entre la vuelta al descerebre adolescente en el que fueron tan felices y la necesidad de enfilar la cuarentena, directos hacia unas vidas anodinas y cargadas de responsabilidades. En ese viaje, la película se recrea en su puerilidad ante el compromiso y la vida en pareja, el chantaje emocional, las frustraciones laborales, o los estragos en los hijos de las rupturas matrimoniales.
Diego (Alterio) Santi (Martín), y Víctor (Lozano) son amigos desde la infancia. En la adolescencia y junto al impredecible Nacho (Ramón Esquinas), ponían a prueba su competitividad cruzando unas apuestas descabelladas. Una de ellas, tan estúpida como insensata, rompe el grupo y convierte los desafíos en un amargo recuerdo.
Pasan los años y la muerte de Nacho, exitoso presentador de televisión, reúne de nuevo al 'trío calavera'. El finado les sorprende con un reto póstumo: su jugosa herencia de 17 millones de euros será para el que logre más audiencia televisiva en los meses siguientes.
El olor del dinero
Dudan, pero los tres aceptan el reto espoleados por el olor de un dinero que cambiaría sus vidas. La de Diego, pijo arquitecto casado con Carolina, la manipuladora y mala malísima que encarna Goya Toledo; la de Santi, -"un imbécil, idiota perdido y tan antipático como me pidieron los directores" , dice Diego Martín de su personaje- apalancado en la casa de mamá y que juega con los sentimientos de la ingenua ayudante de producción del 'Diario de ' que encarna Manuela Velasco, y la de Víctor (Alberto Lozano), el más terrenal de trío, pero "con el cacahuete limitadito", según el propio actor.
Cada uno adoptará una estrategia más estrambótica para chupar cámara en una delirante competición que llega al paroxismo. En su afán por ganar la estrafalaria apuesta, los viejos colegas vivirán situaciones tan ridículas como hilarantes con trances arriesgados mucho más allá del límite de la cordura.
Buena parte del peso de la película recae en un Ernesto Alterio que, de nuevo, le saca un enorme partido a su muy seria vis cómica. Disfruta de la rara y atractiva oportunidad de destrozar, literal y explosivamente, la casa de 'Gran Hermano', decorado de concurso al que entra para ganar cuota en la pequeña pantalla y del que sale totalmente desquiciado. "Yo jamás rompería nada, pero fe una delicia. Me permitieron destrozarlo casi todo, pero me quedé con las ganas de cargarme los cristales de espejo que ocultan las cámaras", lamenta.
Borja Manso se basó en unos amigos que "como estos pirados, apuestan todo tipo de tonterías". Él apostó por una comedia "abierta y actual", con personajes "con los se identificará mucha gente". Manso, que firma el guión con Borja Cobeaga ('Pagafantas', 'No controles'), rompe una lanza en favor del "treintañero que pierde una juventud a la que se aferrara, que vuelve a los amigos y a las mismas imbecilidades". "Tratar de no crecer es inmaduro por un parte y sanísimo por otra" defiende Manso a las víctimas del 'síndrome de Peter Pan'.
Premio del público en el último Festival de Málaga, la película incluye una doble parodia del atropello protagonizado en 2003 por el bailaor Farruquito, convertido en Farrita en la cinta. "Aparte del chiste, de mejor o peor gusto, no es más que otro gag dentro de los doscientos de una película que tiene muchísimas cosas", destaca Diego Martín. Retirarlo, como alguien sugirió a los directores, "habría sido terrorífico, como admitir que la piel de la opinión pública es cada vez más finita y todo la escandaliza".