Los somalíes que adiestra España combaten a grupos de Al-Qaida
Carme Chacón pedirá a la Unión Europea prorrogar un año la misión de formación en Uganda que concluye este agosto
KAMPALA (UGANDA). Actualizado: GuardarLa solución para erradicar la piratería está en tierra. Esta es la máxima de los mandos de la operación Atalanta y la razón por la que España lidera el adiestramiento del Ejército somalí en la selva ugandesa. «Queremos proporcionar al gobierno de transición unidades leales y cohesionadas, capaces de hacerse con el control de la capital Mogadiscio y de ahí extender su poder a otros espacios del país», aseguró ayer el coronel Ricardo González Elul, jefe de la misión capitaneada por Uganda y la Unión Africana.
Un año y medio después de dar sus primeros pasos, una quincena de instructores del Ejército de Tierra está a punto de completar su misión de apoyar la formación de 2.000 militares somalíes. En concreto, de cuadros de mando, oficiales y suboficiales, a los que preparan para enfrentarse a las milicias de Al Sahbab, la franquicia de Al- Qaida en Somalia.
Este grupo terrorista y otros 'señores de la guerra' han convertido el país en un estado fallido, donde ha florecido el lucrativo negocio de la piratería que acecha a la comunidad internacional.
En septiembre concluyó la instrucción del primer grupo de 900 militares y el 9 de agosto tiene previsto finalizar el adiestramiento del resto en el campamento de Bihanga, a seis horas en coche de la capital ugandesa, Kampala. Allí los instructores españoles se encargan de entrenar directamente a 282 futuros oficiales y suboficiales, hombres y mujeres.
«Es una preparación de alta calidad, especializada en combate en zonas urbanas, desminado y tratamiento de artefactos explosivos, telecomunicaciones y soporte médico en combate», destaca el coronel González Elul.
Reclutamiento
Si la formación de los cuadros de mando la lidera España, junto a otros 15 países de la UE, de la de los reclutas se ocupan Uganda y Estados Unidos. El Ejército norteamericano, además, se encarga de equipar a los militares somalíes, pagarles el sueldo y proporcionarles el transporte hasta el campamento de Bihanga. También se ocupa de seleccionar a los futuros soldados y oficiales junto al gobierno de transición de Somalia.
«Los resultados son excelentes, los somalíes son muy voluntariosos y entregados, y los primeros informes resaltan que no ha habido deserciones, aunque sí bajas en combate», admite el jefe militar español, que cifra en un 90% la permanencia de los efectivos.
Dado el buen resultado obtenido y a un mes escaso del cumplimiento de la misión, la ministra de Defensa, Carme Chacón, solicitará los próximos días en Bruselas la prórroga de un año de la operación. Se requiere «urgentemente» ocho batallones y 3.000 nuevos soldados, según fuentes militares.
Sin embargo, en este nuevo cometido España dará paso a otro país europeo para liderar las labores de adiestramiento. Otro aspecto importante, el coste de la formación, apenas llega a los cinco millones de euros anuales, que se reparten entre los miembros de la UE.