PSOE y PP vetan el derecho a manifestarse de la Guardia Civil
MADRID. Actualizado: GuardarEl PSOE y el PP consumaron ayer su pacto en el Senado para prohibir a los guardias civiles el derecho a participar en manifestaciones de carácter «político o sindical». Los votos de los dos partidos mayoritarios, la abstención de CiU y el único voto en contra del BNG sirvieron para aprobar en la Comisión de Economía la enmienda a la Ley de Contratos Públicos de Seguridad y Defensa que deroga parte del artículo 8 de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los Miembros de la Guardia Civil aprobada en 2007. Ese precepto exclusivamente prohibía a los funcionarios «organizar manifestaciones o reuniones de carácter político o sindical» o «asistir a manifestaciones o reuniones vistiendo el uniforme reglamentario ni portando armas».
La enmienda también reforma parte del proyecto de Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los Miembros de las Fuerzas Armadas para incluir también que a partir de ahora los agentes del instituto armado, aún sin uniforme, no podrán participar en protestas de carácter «reivindicativo».
La reforma, en esencia, deja en papel mojado las mejoras que introdujo la Ley Orgánica Reguladora de los Derechos y Deberes de los miembros de la Guardia Civil, que en 2007 'legalizó' el derecho de manifestación, aunque de manera muy restringida.
El hecho de usar una ley económica, ajena totalmente al objeto de las modificaciones, y el hecho de usar una normativa sin rango orgánico para restringir derechos fundamentales podría provocar problemas legales, como advirtió a los senadores el propios presidente de la comisión, Jordi Vilajoana, de CiU. Además, Vilajoana avisó de que se estaban introduciendo cambios legislativos a una proyecto todavía no aprobado, la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los Miembros de las Fuerzas Armadas, que debe recibir todavía el visto bueno del Congreso.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles, mayoritario en el cuerpo, denunció el lunes que a los guardias se les veta un derecho que «ni siquiera al entorno de ETA se le cuestiona».
