El Ibex cae un 0,23% tras el aviso de S&P a Grecia
El selectivo español cierra la jornada en los 10.468 puntos
MADRIDActualizado:Tras el fuerte tirón de la semana pasada, era normal que hubiera una recogida de beneficios, pese a que los ministros de Finanzas de la zona euro, el sábado, en una reunión por teleconferencia, decidieran activar el quinto tramo del rescate para Grecia. De hecho, era una noticia descontada. Porque Grecia había cumplido con su parte y el viernes, el Eurogrupo anunció que soltaría el dinero. Las Bolsas, pues, no podía subir por el “rally” que se habían marcado durante la semana anterior y, además, por la advertencia de la agencia de calificación crediticia S&P de que el nuevo plan de asistencia financiera a Grecia ideado por Francia y que implicaría la participación de los bancos acreedores, con el compromiso de reinversión de la deuda que vaya venciendo, representaría un impago selectivo.
Además, S&P recuerda que la rebaja de la nota de solvencia de la deuda helena hasta CCC ya valoraba el riesgo creciente de que se exija al sector privado una reestructuración que, bajo los criterios de la agencia, constituiría una suspensión de pagos efectiva. Muchos analistas han estado advirtiendo sobre esta posibilidad, que tendría consecuencias muy negativas en la banca.
De hecho, durante el diseño del plan francés y la adhesión de Alemania se advirtió que sólo se llevaría a cabo en caso de que las agencias de calificación no calificaran la operación de “default”. Y, ante esta situación, Europa no podría contar con referencias procedentes de Estados Unidos, dado que la Bolsa de Nueva York permanecía cerrada por la festividad del Día de la Independencia. El viernes, por ejemplo, el Ibex cerró la sesión muy cerca de los 10.500 puntos gracias al impulso de un buen dato manufacturero americano.
Articulo de 'Financial Times'
A S&P se sumó un artículo del influyente columnista del “Financial Times”, Wolfgang Munchau, que aseguraba que la nueva intervención económica en Grecia con el plan para que tome parte también el sector privado ensucia el mercado de deuda con los CDO's (estructurados con deuda como subyacente) más tóxico. Pese a todo, las Bolsas no cayeron demasiado. Eso sí, la peor fue la española, con el Ibex-35 retrocediendo un 0,23%, para dar un último cambio en los 10.468 puntos. Tras él se situó el Ftse Mib de Milán, que perdió un 0,20%, y, a continuación, el Cac 40 francés, que se dejó un 0,11%. En cambio, el Dax alemán subió un 0,32%, el Ftse 100 británico, alrededor de medio punto porcetual y el PSI-20 de Lisboa, casi un 1%.
Aunque las pérdidas en los mercados en ningún momento llegaron a ser muy abultadas, lo cierto es que se redujeron al final de la jornada: el Ibex-35 marcaba mínimos de la sesión a la una de la tarde en los 10.429 puntos. Y esta reducción de las pérdidas tuvo que ver con la evolución de los bancos. De hecho, si Madrid, Milán y París fueron los indicadores más castigados de la sesión fue por dos motivos. El primero es, precisamente, el comportamiento del sector financiero. En el selectivo español, BBVA y el Popular, con pérdidas de un 0,85% y de un 0,80%, respectivamente, se colocaron entre los peores valores de la jornada. Bien es verdad que en algunos momentos de la jornada sus descensos llegaron a superar el punto porcentual. Santander, por su parte, cedió algo más de un 0,5%, Bankinter, un 0,29% y el Sabadell cerró plano. A diferencia de los sucedido el viernes, cuando todos los bancos subieron menos CaixaBank, ayer éste fue el único que cerró en verde, al ganar un 0,59%.
Caídas bancos
Pero los españoles no fueron los bancos que más cayeron. El italiano Unicrédito fue el que más bajó, con un descenso del 1,43%, seguido de los franceses Crédit Agricole y Société Générale, que retrocedieron un 1,34%. BNP Paribas, por su parte, retrocedió algo más de un 1%. La segunda razón que explica por qué España e Italia fueron los mercados más castigados se encuentra en la evolución de la deuda en el mercado secundario. Las primas de riesgo de España e Italia se ampliaron. Aunque, como en la Bolsa, en los últimos cambios de la sesión mejoró el panorama. Así, en el caso de la deuda española, el diferencial de rentabilidad entre el bono a diez años y su comparable alemán llegó a superar el 2,4% en algún momento de la sesión pero, al cierre, cayó hasta el 2,37%. El viernes terminó en el 2,34%.
En el mercado de divisas sucedió algo similar: el euro, antes del informe de S&P, se cambiaba por 1,4560 unidades. Entonces, cayó a 1,4510 unidades de repente. Pero marcó sus mínimos de la jornada por debajo de 1,45 a la una de la tarde. Al cierre de la sesión europea volvía otra vez a 1,4540 unidades. De vuelta en el Ibex, hubo compañías que perdieron más que los bancos. Los peores fueron Mediaset, que retrocedió un 1,19%, y Abertis, que se dejó un 1,11%. Los descensos de Acerinox se acercaron al punto porcentual. En verde, Inditex lideró los avances, con un fuerte repunte de casi un 3%. A continuación, Mapfre, Amadeus, IAG y Técnicas Reunidas, los cuatro con ganancias de más de un 1%. Pero, entre los valores al alza, pocos más: Gamesa o Grifols, que subieron alrededor de un 0,9%, Red Eléctrica y Ebro, con un avance de alrededor de un 0,7%, Iberdrola Renovables que, como CaixaBank, ganó algo más de medio punto porcentual. BME completó la lista de valores al alza, con una revalorización del 0,10%.
Fuera del selectivo, el peor valor fue Colonial, que perdió cerca de un 10%, seguida de otra inmobiliaria, Quabit, que perdió un 4,47%. En el otro lado de la tabla, Bodegas Riojanas y Faes, que subieron más de un 4%. En el mercado de materias primas, ligero retroceso para el barril de Brent, que continuaba cotizando por encima de los 111 dólares. Mientras, la onza de oro subía un 0,80%, pero sin ser capaz de superar los 1.500 dólares.
En la agenda de datos macroeconómicos de la sesión en la zona euro, contamos con la publicación de los precios de producción, que relajaron su ritmo de crecimiento en mayo. Además, el índice de confianza de los inversores de la Unión Monetaria mejoró contra pronóstico, mientras que el índice de confianza de los consumidores españoles mostró un ligero incremento, pese a que el descenso del paro fue algo decepcionante