El espectáculo de Lorenzo
Logra la segunda victoria del campeonato con la vuelta a piezas de la moto que le hizo campeón en 2010 El balear gana en Mugello tras una gran remontada y recorta la distancia con Stoner
MUGELLO.Actualizado:Jorge Lorenzo no está dispuesto a ceder fácilmente su corona de MotoGP. Lo demostró durante seis carreras, en un inicio de campeonato complicado, por momentos agónico: el campeón sentía que su Yamaha estaba lejos del potencial de las Honda y, empeñándose tanto o más que en su triunfal 2010, se tenía que conformar con pelear por subir al podio. ¿Ganar? Palabras mayores. Bueno, lo hizo en Jerez, pero en un Gran Premio con lluvia en la que fallaron todos los rivales. En el resto de circuitos apretó los dientes para salvar puntos, el único objetivo al alcance. Hasta Mugello. Porque el circuito toscano vio el regreso del Lorenzo del año pasado, ambicioso, confiado, brillante. Ganador.
«Ha sido una carrera muy bonita, y estoy ansioso por volver a verla en televisión», dijo Jorge al bajarse del podio. No le faltaba razón, porque la carrera de MotoGP del Gran Premio de Italia tuvo todos los ingredientes que los aficionados aprecian: sol (¡por fin!), suspense, una pizca de épica, y adelantamientos 'a cuchillo'. Un gran espectáculo. Lorenzo arrancó muy bien, desde su quinto puesto en la segunda fila de parrilla, y se colocó segundo en la primera curva. Pero el hombre a batir era Stoner, que lidera el campeonato y salía desde la 'pole', y, como es habitual en él, se marchó como un cohete: al primer paso por meta ya tenía más de un segundo de ventaja respecto a sus rivales.
Todo apuntaba a un nuevo monólogo del australiano, pero esta vez no fue así. Stoner nunca consiguió abrir una brecha superior a dos segundos, y aunque Dovizioso, muy combativo, había adelantado a Lorenzo y rodó delante de él durante algunas vueltas, el mallorquín incrementó su ritmo a mitad de carrera y se lanzó a la remontada, rubricada con dos adelantamientos para enmarcar. Ambos calcados, en la 'chicane' Casanova-Savelli, el punto más difícil del circuito de Mugello, sobre Dovizioso (a falta de diez vueltas) y Stoner (a seis para la bandera de cuadros).
«Con Dovi era en el único sitio donde podía hacerlo, porque no lograba pasarle en las frenadas, y acelerando con esta Honda es imposible», explicó Jorge. Así que sacrificó un poco la curva diestra Casanova, trazándola más abierto, para entrar 'a saco' por dentro en la bajada que da acceso a la zurda Savelli; un punto donde es muy fácil perder la rueda delantera. «Como salió bien con Dovizioso lo repetí con Stoner, aunque un poquito más al límite. Estoy feliz porque con los cambios que hemos hecho en la moto tras las caídas de Silverstone y Assen -Yamaha ha vuelto al chasis de 2010- estamos otra vez en disposición de ganar, no con la holgura del año pasado, pero sí de presentar batalla», explicó Lorenzo.
Salvar el honor
Además, Dovizioso decidió reivindicarse ante su público y salvar el honor italiano, ya que ni Rossi ni Simoncelli estuvieron a la altura, batiendo a su compañero de equipo Stoner en el duelo final por la segunda plaza, y ayudando a Lorenzo a recortar puntos al australiano. La diferencia es ahora de 19 a favor del de Honda. Hay campeonato.
Por detrás del trío de cabeza, Marco Simoncelli decepcionó con un discreto quinto puesto, superado en otro interesante mano a mano por Ben Spies; y Valentino Rossi regaló a sus 'tifosi' una bonita remontada (salía 12º) para terminar. sexto. Un resultado pobre, tratándose de Rossi en Mugello, pero, visto lo que sufrió en los entrenamientos, se puede decir que salvó los muebles. A la postre, la de Valentino fue la mejor Ducati en carrera, justo por delante de la de Héctor Barberá, que se reencontró tras dos grandes premios aciagos y firmó una destacable séptima posición, batiéndose por momentos con el mismísimo Valentino Rossi.
Enemigo inesperado
También estuvo en ese grupo Dani Pedrosa, que no tuvo un regreso a las carreras precisamente plácido. El español del equipo Repsol Honda sufría antes de la salida por su estado físico. No sabía si podría aguantar toda la carrera y se encontró con otro enemigo, inesperado: el embrague de su moto se estropeó en la salida, se sobrecalentó, y no funcionó durante una vuelta y media.
Sin tracción en el arranque ni embrague después, Pedrosa se vio relegado a la 13º posición y agotado por el esfuerzo, pero logró recomponerse y encontrar un buen ritmo de carrera que le permitió remontar, pese al dolor en su hombro derecho operado hace dos semanas, hasta el octavo puesto.
«He sufrido mucho y cerca del final hasta se me ha nublado la vista en algún momento, pero lo positivo es que me he dado cuenta de que no he perdido velocidad: mis ojos la entienden como antes de lesionarse», relató Dani tras la carrera. «Noto que puedo ir rápido, el problema es solo físico; y esto es importante porque, a veces, después de un accidente fuerte, cuesta recuperar las sensaciones sobre la moto».
Mucho peor es el balance de Álvaro Bautista, 13º, y Toni Elías, que pese a una fulgurante salida que le permitió rodar séptimo en la primera vuelta terminó último, muy lejos del resto.