Mariano Rajoy conversa con Rita Barberá y Alberto Ruiz Gallardón en la asamblea intermunicipal del PP en Sevilla. :: M. DEL POZO / EFE
ESPAÑA

El Gobierno hace un guiño a la izquierda para apuntalar a Rubalcaba

El vicepresidente mantiene la incógnita sobre cuándo dejará el Ejecutivo para centrarse en el PSOE

MADRID. Actualizado: Guardar
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Una vez comprobado en el debate sobre el estado de la nación que tiene infraestructura parlamentaria para intentar agotar la legislatura, el Gobierno empezó a colocar ladrillos en el entramado facilitado por los nacionalistas vascos y canarios. El Consejo de Ministros aprobó ayer un decreto ley ómnibus con guiños a los sectores progresistas, a los pequeños y medianos empresarios y con medidas de austeridad reclamadas desde la oposición. Todo ello con un claro objetivo, impulsar la candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba, que acaparó todo el protagonismo en la presentación del paquete sin la compañía de otros ministros que por el contenido de lo aprobado podrían haber participado en la exposición.

El Gobierno quiere demostrar que el adelanto electoral es una posibilidad que solo está en el imaginario del PP. Está decidido a gobernar, pero de forma diferente, con medidas que hasta hace unos meses no figuraban en su agenda para dar un sesgo progresista a su gestión que relance la candidatura de Rubalcaba con una patina diferenciadora de la gestión de Zapatero. Una forma de hacer campaña sin salir del Ejecutivo para beneficiarse de la visibilidad que proporciona al candidato ser el vicepresidente primero, el ministro del Interior y el portavoz gubernamental.

El Ejecutivo dio luz verde al decreto que recoge las disposiciones para paliar los efectos de los embargos domiciliarios, una de las demandas insignias del movimiento 15M y de las fuerzas de izquierda; el mecanismo para acelerar los pagos a los proveedores de la administración pública, reclamado por las pequeñas y medianas empresas; y una modificación de la ley de estabilidad presupuestaria para fijar un techo de gasto para los municipios y la administración central.

Alfredo Pérez Rubalcaba intentó dejar claro durante la presentación de las medidas que el Gobierno, al aprobar el macrodecreto ley, goza de músculo político para agotar la legislatura. Y para que no quedaran dudas sobre su protagonismo, el portavoz explicó las medidas y respondió a las preguntas en solitario, cuando las materias justificaban la presencia junto a él de la vicepresidente segunda, Elena Salgado, o del ministro de Fomento, José Blanco.

Fue una forma de redondear la faena parlamentaria del debate sobre el estado de la nación, cuyos buenos resultados para el Gobierno, en lo que se refiere a la votación de las resoluciones, no formaban parte de entrada de los cálculos ni de los socialistas más optimistas. «En el debate no nos ha ido mal», confesó el vicepresidente porque el grupo socialista nunca había ganado en los últimos años todas las votaciones. Se ha demostrado, prosiguió, que el Ejecutivo tiene «apoyos parlamentarios» suficientes para aprobar los Presupuestos y agotar el mandato de Zapatero en marzo próximo, y que también maneja «ideas» para su acción diaria, en alusión al paquete aprobado ayer.

Nada de nada

Rubalcaba, sin embargo, evitó ser claro sobre si esta situación favorable llevará a Zapatero a agotar la legislatura. «La decisión final corresponde al presidente del Gobierno», respondió sin aclarar nada. A lo que no contestó fue a los interrogantes sobre sus planes en el Ejecutivo y el momento en que lo abandonará. Se enrocó en un «no tengo nada que decir, nada de nada», y no hubo quien le sacara de ese mutismo.

Tampoco arrojó luz sobre esos planes el vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, quien apuntó que Rubalcaba aclarará qué piensa hacer «cuando lo considere oportuno». El número dos de los socialistas, que asistió en Pamplona a la toma de posesión de la presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, dijo no entender el afán por desvelar la agenda del sucesor electoral de Zapatero porque es «un debate que a nadie le interesa».

Rubalcaba, entretanto, se colocará hoy la indumentaria de candidato del PSOE y se reunirá en la sede federal del partido con los secretarios provinciales socialistas. Mañana viajará a Santiago de Compostela para mantener un encuentro con los militantes gallegos, igual que los que ha mantenido en las semanas anteriores en otras federaciones.