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El Bicentenario pierde los nervios

El exgerente critica el giro «localista» que se ha dado al programa del Doce, mientras que su sustituto pide paciencia Gabriel Almagro y Emilio Aragón se enfrentan públicamente por la gestión del Consorcio

ANTONIO M. DE LA VEGA amvega@lavozdigital.es
CÁDIZ.Actualizado:

Se barruntaba tormenta y los primeros truenos ya están sonando. La falta de fondos, los proyectos suspendidos, el sitio preferente en la foto, cualquiera de estas excusas entraba dentro de las apuestas como detonante de la primera gran guerra por el Bicentenario, pero todo apuntaba a que el conflicto lo dirimirían, como es habitual en otros campos de batalla, administraciones de distinto color político. Tanto es así que la posible bronca entre Ayuntamiento y Consorcio -aunque uno se alimente del otro- ya se pagaba a la baja.

Lo que nadie se esperaba es que la pelea se desatara entre dos 'hermanos de leche'. Los micrófonos de la Cadena SER fueron ayer los primeros testigos de un enfrentamiento que promete dar que hablar, el del anterior gerente del Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, Gabriel Almagro, que fue el atacante, y su sustituto en el cargo, Emilio Aragón, que tuvo que defenderse, aunque puede que no agotase toda su artillería.

La suspensión de la exposición 'Cádiz, Capital del Reino' ha desencadenado toda una serie de tensiones y acusaciones en las que se han visto envueltos, además de los dirigentes del Consorcio, uno de los responsables de la muestra, Alberto Ramos Santana.

El debate, aunque serio, podría haberse resuelto a nivel técnico, pero ahí estaba Gabriel Almagro para abrir la caja de Pandora con una valoración de la situación del Consorcio poco menos que incendiaria. «No es más que una opinión personal», comentaba en la tarde de ayer. Efectivamente, pero no se puede olvidar que el que habla fue hasta hace unos meses gerente del Consorcio y delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia de Cádiz. Una opinión personal que no se puede pasar por alto. Ya se sabe que las críticas que se hacen dentro de casa escuecen más que las de los desconocidos.

Almagro se mostraba ayer sorprendido por la suspensión de la exposición. «La entendíamos como emblemática porque iba a poner en valor el papel de Cádiz en el contexto de la Constitución», dice. Según el exgerente, el proyecto estaba muy avanzado. «Yo tuve muchas reuniones con los comisarios, se habían barajado distintos emplazamientos. La última opción era que una parte se ubicara en la Casa Pinillos y otra en el patio del Museo Provincial. Incluso se había programado una partida económica para la climatización de este espacio», comenta Almagro.

Sobre la polémica en torno a lo adecuado del contenido de la muestra, el exgerente explica: «Se estaba trabajando con un catálogo oficial de muchísimas piezas, que se habían adaptado a los espacios que teníamos». También destaca que «parte de la exposición pretendía mostrar como era la vida cotidiana en la época y estaba planteada la colocación de una especie de ninots en medio de la calle recreando diversas escenas de ambiente. Además, se iban a colocar los artículos del texto constitucional por las calles y estaba previsto señalizar todas las casas en las que vivieron los diputados. La muestra iba a dejar un legado y por eso es absurdo que se haya suspendido».

Pero las críticas de Almagro no se limitan a la suspensión de la muestra de Ramos y Gelos, sino que salpican a toda la gestión del equipo que actualmente encabeza el Consorcio. Considera que «con actitudes como esta se está descontextualizando el sentido que tiene que tener el Bicentenario. Tiene que ser una oportunidad para proyectar Cádiz hacia el exterior, no algo localista».

El anterior delegado del Gobierno critica que «se han quedado parados convenios con muchos alcaldes, los homenajes a los diputados de otras provincias también han quedado en 'stand by'. Y lo que iba a ser un gran evento como la Feria del Mar ha quedado reducido a una verbena de barrio».

Para concluir, Almagro quiso recordar que «el anterior equipo viajamos infinidad de veces a Madrid buscando financiación para todas estas actividades y no se está haciendo nada».

Respuesta

Después de este ataque frontal, la reacción del actual gerente no se hizo esperar. «No entiendo a qué viene esto. Llevo dos meses aquí y lo que he hecho es continuar con el trabajo que ya estaba iniciado», comentaba. Respecto a las declaraciones de Gabriel Almagro dijo: «Si dice que la exposición estaba aprobada y con financiación, ¿por qué no se ha hecho antes? Yo estoy trabajando a partir de la herencia que me han dejado».

Sobre la acusación de estar haciendo del Doce un evento localista, Aragón volvió a incidir en que dentro de su estrategia de promoción del Bicentenario la primera fase consiste en dar a conocer el evento, «y esto se ha cumplido con la Feria». «Ahora lo que toca es hacer cosas localistas, pero también hay proyectos a nivel autonómico y nacional», explicó.

Aragón no permite que se dude de su trabajo como gerente. «Lo único que me falta ya es quedarme a dormir en el Consorcio», comentaba. Y para zanjar el asunto, lanzó un mensaje a navegantes: «Estoy en Madrid y vengo de hablar con los responsables de una empresa de nivel nacional y me han preguntado que qué es La Pepa. Yo llevo dos meses, pero él estuvo en el cargo dos años».

En cuanto a la muestra, Aragón reconoció que tiene muy complicado entrar en la programación de actividades que tiene que presentarse en pocas semanas. No obstante, aclaraba que «no está descartada». Eso sí, habría que resideñarla casi por completo, con lo que se da por perdida.

El profesor Alberto Ramos Santana, que iba a comisariar la muestra junto con Juan José Gelos, arremetió duramente contra el Consorcio tras enterarse de esta decisión. Llegó a llamar a los gestores de la entidad «incompetentes». La decisión, a juicio de Ramos, no está justificada, puesto que «el Consorcio dispone del proyecto desde diciembre de 2008».

Desde el Consorcio no se quieren dar más detalles de los necesarios, pero se aclara que aunque se tenía el proyecto en la mesa, no ha sido hasta hace poco tiempo cuando se ha dado a conocer el gasto que supondría traer hasta Cádiz las piezas requeridas para la muestra, además de entender que no hay espacios expositivos en la ciudad con capacidad para acoger una muestra de la dimensión de la proyectada por Ramos y Gelos.