AHOGARSE EN LA ORILLA

No es más grande aquel que nunca pierde, sino el que nunca se da por vencido», decía una de las emotivas pancartas que pudieron leerse este fin de semana en el estadio Iberoamericano de San Fernando, campo que vivió con tremenda desilusión el frustrado ascenso de categoría ante un rival que fue superior, tanto en el partido de ida como en el partido de vuelta.

Y es que el 3-0 de la ida fue una losa tan grande como la desilusión que reina ahora en La Isla. A pesar de las 7.000 personas que acudieron fielmente a la cita, y de los más de 300 que acompañaron al equipo hasta el propio estadio, nada se pudo hacer y un 0-1 nos dejó tan fríos como el día que se descendió de categoría para luego desaparecer, hace ahora dos años, por lo que dentro del momento duro que vive el equipo hay que ser positivos y valorar que en dos años se han jugado dos liguillas de ascenso.

Y artífice de gran parte de lo que está sucediendo es José Tréllez, presidente del equipo, que ha conseguido devolver el sentimiento de orgullo azulino a la ciudad, con una política de comunicación admirable y una enorme variedad de actos y mentalidad comercial que están llevando al equipo a dar superávit, algo impensable hace unos años cuando casi se tenía que jugar sin luz en el estadio porque no había recursos económicos para pagar las facturas.

Lo que pasará la temporada que viene aún no se sabe, lo que sí se sabe es que los aficionados vamos a seguir con el equipo y las oficinas ya están recibiendo peticiones para la campaña de abonados.

Sería injusto criticar al equipo, mermado por bajas, por no poder remontar en el último instante. Lo más importante es que la afición este año, al igual que el pasado, se ha enganchado al equipo, y ese es el mejor fichaje que el club podía hacer. ¡San Fernando tracatrá!