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Más de 15 millones de euros en ayudas por venir a la Bahía

Cae otro de los iconos del Plan Bahía Competitiva, que se implantó para recuperar el tejido industrial

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Una placa decorativa luce justo a la entrada de la planta de Gadir Solar en el polígono de El Trocadero y su inscripción recuerda todavía el día en que el consejero de Innovación, Martín Soler, y el titular de Empleo, Antonio Fernández, inauguraron la factoría. No han pasado ni siquiera dos años de aquella feliz imagen en que la Junta demostraba la eficacia del Plan Bahía Competitiva. El 28 de septiembre de 2009, el Gobierno regional daba la bienvenida en Cádiz al grupo Aurantia que abría su factoría en Puerto Real para la fabricación de paneles fotovoltaicos. Era el estreno de Gadir Solar. Ese mismo día, ambos consejeros y los agentes sociales de la provincia se desplazaban unos metros más abajo, concretamente hasta el nudo del Río San Pedro, para poner la primera piedra de la nueva factoría de Alestis. La escena y los discursos políticos del momento ponían de manifiesto que el tejido industrial de la Bahía comenzaba a cerrar las heridas que abrió en febrero de 2007 el cierre de Delphi.

Pocos podían imaginar entonces que el Plan Bahía Competitiva, impulsado por el Gobierno regional para recolocar al millar de trabajadores que dejó Delphi en la calle, saltaría por los aires tres años después. Alestis y Gadir Solar han sido los máximos exponentes de un plan de regeneración industrial que, a duras penas, ha ido sorteando problemas sin grandes expectativas. De hecho, de las diez empresas que anunció la Junta que se instalarían en la Bahía con cargo a este plan, solo estas dos han cuajado y, sin embargo, la crisis les ha pasado factura.

Alestis presentó el pasado mayo un ERTE para 195 trabajadores, todos ellos antiguos trabajadores de Delphi. La compañía aeronáutica argumentó falta de carga de trabajo para mantener la plantilla.

La caída de fichas de dominó ha tocado ahora de lleno a Gadir Solar. La empresa, del Grupo Aurantia, no ha podido vencer los vaivenes del mercado de las energías renovables. Su ejecutivo, José María García Ventús, reconocía ayer a este periódico que la situación era «insostenible».

El presidente del Grupo Aurantia, Rafael Naranjo, dibujó un panorama muy alentador en septiembre de 2009 cuando se inauguró la planta de El Trocadero. Adelantó que detrás vendría el estreno de la factoría de Gadir Biodiesel, para la elaboración de este combustible a través de microalgas, y una tercera planta, en este caso en Jerez, Celulosa Investment, para el cultivo exclusivo de las microalgas. Sin embargo, la cultura del biodiésel no ha cuajado y los proyectos han quedado, de momento, en dique seco, salvo Jerez.

Gadir Solar se convirtió en uno de los iconos industriales de la Bahía. Su llegada cambió el concepto tradicional que había reinado en Cádiz durante años, hasta entonces vinculado a la industria de astilleros. Gadir Solar era ejemplo de élite tecnológica en energía renovable. El Grupo Aurantia invirtió en su planta gaditana 107 millones de euros y recibió a cambio en incentivos públicos unos 16, de hecho, la Junta liberó el año pasado 3,2 millones de euros para esta empresa. Gadir Solar se instaló en la Bahía para fabricar paneles fotovoltaicos de silíceo amorfo. Se trata de un componente de última generación que ahorra costes y es de mayor eficacia que los tradicionales paneles de cristal. Gadir Solar abrió su planta con 158 empleados, de los que 102 pertenecían a la extinta Delphi.

La empresa tenía previsto producir en una primera fase 500.000 paneles al año, que generarían 40 megavatios, es decir, el equivalente al consumo de una ciudad como Córdoba. Sin embargo, las cuentas no han salido y el ERTE a la plantilla está sobre la mesa.