El Ayuntamiento subasta la finca Las Beatillas desde 2,5 millones

El Ayuntamiento de El Puerto subastará mañana el macrocomplejo turístico y deportivo Las Beatillas. Se trata de 150.000 metros cuadrados que rodean un cortijo sobre el que pesa una sentencia firme de demolición por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ya que fue construido sobre suelo no urbanizable con una licencia que solo autorizaba una pequeña ampliación.

La administración municipal embargó recientemente esta propiedad al Grupo Jale, por no pagar una deuda de más de medio millón de euros en tasas derivadas de trámites administrativos para la ejecución de un importante proyecto residencial, en la ladera norte de la Sierra de San Cristóbal, que nunca llegó a avanzar. El Servicio de Recaudación Provincial ha convocado la subasta en el salón de plenos a las 11.00 horas. Con una tasación de 3,5 millones de euros, el precio de licitación para las pujas es de 2,5 millones.

Con un millón de hipoteca

El comprador tendrá que asumir una carga hipotecaria de más de 900.000 euros con la entidad bancaria Caixa Catalunya, que también ha iniciado un contencioso administrativo contra Jale para cobrar su deuda. Pero según la información que maneja la Junta de Andalucía, el empresario José Antonio López Esteras ha pedido la declaración concursal para el Grupo Jale, por su estado de quiebra.

El pasado mayo, la Consejería de Obras Públicas de la Junta requirió a López Esteras para que ejecutara la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la demolición del inmueble. Una vez vencido el plazo dado por la justicia, es la administración autonómica la que debe asumir la responsabilidad subsidiaria. Algo que, por el momento, se encuentra en suspenso, ya que la empresa ha comunicado a la Junta que se ha declarado en concurso de acreedores y que además, el Ayuntamiento portuense va a proceder a subastar la finca.

Así las cosas, fuentes de Obras Públicas indicaron que el nuevo propietario de Las Beatillas, cuya identidad se conocerá mañana en el caso de que la subasta llegue a buen puerto, tendrá que ejecutar la sentencia y echar abajo el edificio que permanece cerrado desde que el Tribunal Supremo ratificara la sentencia del TSJA el pasado mes de marzo.