La salud de Chávez, secreto de Estado

El Gobierno de Venezuela cierra filas en torno al estado de la salud de su presidente. «Aquí hay Chávez para rato», aseguró ayer el número dos Elías Jaua. Otros funcionarios ratificaron la recuperación del líder bolivariano. El polémico gobernante volvió a escribir un mensaje de Twitter. La oposición insiste en reclamar un sustituto constitucional y los analistas tratan de diseccionar los porqués del hermetismo. Mientras, el régimen cubano mantiene un sepulcral silencio sobre la situación de su invitado y fiel amigo y aliado de Venezuela.

Tampoco los ministros o médicos de Chávez difunden un parte de su estado. Jaua criticó a la «enloquecida» derecha nacional e internacional. «Andan frotándose las manos y haciendo gozo de la salud del presidente, incluso hablando de su muerte», destacó antes de afirmar que «hay Chávez pero para rato» porque «está recuperándose para seguir la batalla».

La ministra de la Presidencia, Erika Farías, sostuvo que «se está recuperando con bastante ánimo, con bastante energía». También el titular de Comunicación e Información, Andrés Izarra, informó vía Twitter que «el comandante mejora bien de su operación». Y el viceministro para Europa, Temir Porras, insistía por el mismo medio: «El presidente Chávez se restablece bien de su cirugía. Que los enemigos dejen de soñar y que los amigos aplaquen sus nervios».

Frente a estos mensajes tranquilizadores, Nelson Bocaranda, autor de 'Runrunes', una columna muy seguida en el diario 'El Universal' de Caracas, publicada ayer que «se determinó que [Chávez] padece cáncer y que debía comenzar su tratamiento de inmediato. Radiación y bloqueo hormonal ya han empezado a aplicarse». Un poco más de leña para el fuego. Los rumores se dispararon tras la publicación de una noticia en un diario de Miami en la que se afirmaba que estaba en «estado crítico».

Visita de su familia

El mandatario venezolano fue operado en La Habana el día 10 de lo que se definió oficialmente como un «absceso pélvico», un tumor en el abdomen. Desde entonces solo se le ha visto en una foto con los hermanos Castro, vestido con ropa de deporte, y se le escuchó por teléfono. Luego nada. O casi. Solo los mensajes en Twitter. El último del sábado: «Llegaron Rosinés [su hija menor] y mis nietos Gaby, Manuelito y el Gallito a visitarme. ¡Ah, qué felicidad recibir este baño de amor! ¡Dios me los bendiga!». Ni una palabra sobre su salud.

Pero eso no es suficiente para frenar las especulaciones. En opinión de Luis Vicente León, analista y director de la encuestadora Datanálisis, con el vacío informativo existente Chávez buscaría estimular «el surgimiento de rumores negativos que hagan más espectacular y rocambolesco su regreso. Mientras más se diga que Chávez está acabado y deteriorado, menos energía necesitará por contraste para mostrarse como el superhombre que vence todas las adversidades».