El Espanyol toca el cielo

El mejor equipo fue el vencedor del torneo. Esa es la conclusión más clara de este campeonato nacional. El Espanyol de Barcelona demostró a lo largo de todo el certamen que contaba con uno de los mejores bloques, un gran conjunto formado por jugadores de una gran técnica individual, pero que ante todo tenían un objetivo común. Los pericos sabían a qué jugaban y su paciencia infinita le sirvió para conquistar el torneo.

Frente a ellos se encontraba un equipo que casi que no entraba en las quinielas para llegar hasta la final pero que a base de esfuerzo y toque llegó a plantarle cara a los campeones. El último partido del Campeonato Nacional fue dominado por el Mallorca, pero tras el empate a cero, la suerte le dijo adiós a los bermellones y acabaron perdiendo de una forma cruel.

Ambos equipos llegaban a la final de formas muy diferentes. Los insulares lo hacían tras vencer, también en la tanda de penaltis, a Osasuna de Pamplona. El portero Elías voló hasta en dos ocasiones para detener los disparos del equipo navarro, pero en el partido de la final, sólo pudo detener uno.

Se trataba de un equipo ordenado y serio en defensa, que con jugadores de la calidad como Tofol, en punta, y de Papa, en la zaga, llegaron hasta la final. Pero frente a ellos tenían a uno de los mejores equipos que pasó por Carranza, un conjunto que solo perdió ante el imparable equipo de los hermanos Obama. Y es que el Atlético de Madrid venció por tres a cero a los pericos en el partido de la liguilla.

Otro cantar fue el partido de semifinales que enfrentó a madrileños y catalanes. Entonces los de Barcelona le arrebataron la pelota a los colchoneros y así fue imposible que los hermanos Obama pudieran crear peligro. Dominaron toda la semifinal y con Fode como protagonista vencieron a los rojiblancos en semifinales.

Fue un partido poco esperado y es que el Atlético de Madrid no sólo fue superior a los 'pericos' en la primera fase, sino que llegaban a semifinales sin recibir un sólo tanto. Hasta que se volvieron a encontrar con los blanquiazules y perdieron, justo cuando no podían hacerlo.

Así de tal modo quedaban apeados de la final, Osasuna y Atlético de Madrid. Los alevines navarros casi sin hacer ruido, pero con un juego basado en la solidez defensiva, un buen portero y una zaga con mucha consistencia. La final de consolación se presentaba como un partido duro, en el que los atacantes rojiblancos tendrían que sudar para perforar la portería navarra.

Pero una vez más apareció Salomón Obama para romper todos los pronósticos. Prácticamente andando, el jugador pisó la pelota, encaró a un defensor, lo regateó y casi que sin querer adelantó a los colchoneros. A partir de ese momento el partido fue un monólogo de los jugadores del Atlético de Madrid, que no obstante sus caras reflejaban la desilusión lógica de quienes habían perdido el tren del campeón. También destacó notablemente Luis, el mediapunta rojiblanco. No sólo marcó el tercer tanto de su equipo sino que dio todo un recital de pases y de técnica individual. Sin duda el mejor jugador de su equipo, pero eclipsado por los goles de Salomón Obama.

Osasuna llegaba a la final de consolación tras caer en los penaltis ante el Mallorca pero demostró ser un equipo muy sobrio. Finalizaron la liga regular recibiendo sólo un tanto, el problema fue que sólo fueron capaces de hacer tres goles. Luego en las eliminatorias no pudieron perforar el marco rival en ninguno de los partidos.