'Multibar', fusión al cuadrado
El espacio ofrece cenas informales y la posibilidad de tomar una copa o escuchar música en el mismo lugar Tres hosteleros ponen en marcha en Cádiz un original establecimiento, 'La teta de Julieta'
CÁDIZ.Actualizado:Este tipo de locales triunfan en Europa, según señala Carlos Monescillo de Cózar, el gerente de La teta de Julieta, el primer 'multibar' de estas características que abre en Cádiz, aunque ya inspirado en el éxito de otro local de características parecidas, el restaurante Arsenio Manila, que triunfa con una fórmula similar en el Paseo Marítimo.
No es casualidad. Detrás de este nuevo proyecto está también Raúl Cueto, el propietario de Arsenio Manila y de una serie de establecimientos más de la ciudad especializados en este concepto de la comida informal y la noche.
Para poner en marcha La Teta de Julieta se han unido Pablo Grosso, el hostelero gaditano especializado en catering, el propio Cueto y Carlos Monescillo, todo un especialista en este tipo de negocios ya que ha estado trabajando como gerente en establecimientos como Mucho Teatro en El Puerto y Kapote, unos locales que han logrado revolucionar el competitivo negocio de la noche en Jerez. Monescillo, nacido en Cádiz y 34 años se inició también en otro mítico de la noche gaditana, El Persígueme Ibáñez.
Monescillo, que se convierte por primera vez en empresario, se ocupará de gestionar el local. El mismo, aunque ampliado, que ocupaba hasta hace pocas semanas el restaurante 'Casanova' puesto en marcha por el grupo Grosso como restaurante italiano con toques gaditanos y que ahora, ampliado y transformado, sirve de sede a la nueva propuesta.
El local ocupa 3 alturas. Una primera con varios comedores y con la cocina a la vista del público, tras una cristalera; una segunda con una pequeña terraza y una tercera que es una azotea que ha sido rehabilitada para convertirse en un espacio donde tomar una copa o cenar a la intemperie. En total, la capacidad del establecimiento se acerca a las 300 personas.
Comida sana
La idea es que en todos los espacios se pueda tanto comer, siempre de forma informal, o tomar una copa charlando tranquilamente. Siempre se propone a los clientes que los platos que se piden se coloquen al centro y se compartan entre todos. Así se puede optar o bien por cenar en la zona de comedor o hacerlo en la terraza superior, disfrutando de las noches del verano. Incluso se puede servir la cena en el espacio destinado a bailar donde también hay mesas bajas y altas donde colocar los platos.
La cocina está abierta desde que abre el local a las 19.30 horas para las cenas, ya que por el momento solo abre por la noche, hasta la una de la madrugada. La carta ha sido diseñada por Carl Borg, el jefe de cocina de los establecimientos de Raúl Cueto, que ha apostado por una cocina de fusión «y sobre todo muy sana, con propuestas ligeras, informales y de varias cocinas», señala este cocinero que llegó a Cádiz después de que Cueto lo conociera en 'Madrid Fusión', uno de los eventos más importantes de la cocina en España y donde se sorprendió por la forma de trabajar y las propuestas de este profesional nacido en Madrid, de padre sueco y madre española.
La carta, realizada con papel reciclado, es muy original y se presenta en un cuadrante con casillas que sirve también como salvamanteles. Así, se proponen platos vegetarianos, mediterráneos, italianos, thai (oriental) y al horno.
Destaca una amplia carta de ensaladas (melocotón y queso brie con vinagreta de hierbas y pistachos o una sofisticada de pollo preparado con técnicas orientales y revuelto como tomates cherry, lima, pepino y apio blanco, y preparaciones con verduras que van desde un cous cous marroquí con verduras, pasas y pipas de calabaza hasta el típico wok (salteado) oriental de verduras con soja, gambas y lemon grass o limoncillo (hierba que da un aroma a limón y sabor ligeramente agridulce). También se propone un plato italiano como un pan de ajo con albahaca, tomates secos, alcachofa y mozzarela fresca.
Música para conversar
El apartado de pastas es amplio recordando el pasado italiano del local. Hay spaguetti, lasaña o un risotto (arroz) de boletus, espárragos verdes y queso parmesano. Lo mismo ocurre con las pizzas, también con varias opciones. Como contraste hay una carta de 'eco huevos', diversos platos hechos con huevos ecológicos y que van desde unos estrellados con cous cous, pisto y aceitunas negras hasta unos huevos fritos con papas, aunque perfumados con un aceite de trufa. También hay otro plato típico como los huevos a la flamenca.
Como curiosidad en esta primera carta, en la que también hay platos de carne como pollo con fettuccini o costillas de cerdo asadas, no hay ninguna propuesta de pescado. Este esperará hasta septiembre cuando se renueve la carta del local. Para ese mes también quieren poner en marcha una novedad, abrir al mediodía con un buffet libre en el que predominen las ensaladas y la comida sana. Carlos Monescillo resalta que los productos con los que se trabaja son frescos y se acompaña de una amplia carta de batidos de frutas, sorbetes y zumos naturales, además de tartas caseras como la de chocolate, la de zanahoria, la de limón o la de queso.
La idea es que cenar en el local cueste entre 8 y 10 euros por persona y que luego se queden en el establecimiento a tomar una copa tranquilamente o incluso bailar en la pequeña discoteca insonorizada con la que cuentan. La decoración es de muchos y alegres colores en los comedores, donde las mesas no son iguales, y en colores blancos en la zona de baile y en la terraza «donde ponemos la música muy baja porque el espacio está fundamentalmente destinado a que la gente charle tranquilamente disfrutando de espacios como este que son poco habituales en Cádiz».