VISTEON VISTEOFF
PRESIDENTE DE FACONAUTO Actualizado: GuardarMe duele la boca de decirlo. A los que estamos en el mundo de la automoción no nos ha sorprendido nada lo que ha pasado en Visteon. Ni en el fondo ni en la forma, que son las normales en estas multinacionales. Nissan echó a 300 personas de Barcelona y el director de la fábrica se enteró por un fax el viernes por la tarde, y los despedidos, porque no les funcionaba el lunes la tarjeta para entrar a la empresa. Lo mismo que aquí.
En cuanto al fondo, a lo largo de los últimos años se han ido acumulando una serie de circunstancias que han hecho que España, y sobre todo Andalucía no sean interesantes para la automoción: En primer lugar, puede que esta situación periférica de España nunca nos haya ayudado. Pero es que en estos últimos años los centros de producción se han ido desplazando hacia el centro de Europa, lo que hace que el transporte haya pasado de ser un coste más a una auténtica barrera para la competividad.
En segundo lugar, esto puede ser suplido por la venta de coches. Las fábricas siempre han tenido interés en instalarse cerca de los lugares con un buen volumen de negocio, pero el mercado español, y en especial el andaluz, ha caído un 50% y no tiene visos de mejorar. Con lo que no se venden coches y España sigue sin interesar.
La tercera razón es que en países periféricos y con pocas ventas de coches la única posibilidad de que se quiera montar una fábrica es que la mano de obra fuese barata como era la española. Hoy en día la productividad de la mano de obra española es nefasta. El nuestro ya no es un país de mano de obra barata. Por un lado, la rigidez laboral y un nivel de absentismo inmoral se han ocupado de subir los costes, y por otro, las huelgas han hecho famosas estas tristes circunstancias en el mundo entero. Somos un país laboralmente radioactivo.
Con lo cual, solo nos quedaría solucionarlo a base de subvenciones. Pero esto lo hemos hecho especialmente mal. Las ayudas públicas a la automoción se han estado concediendo a lo loco, y me explico: hay que dar subvenciones a la automoción porque todos las dan, pero los países serios las dan con tres condiciones: la primera es a cambio de acciones, la segunda es metiendo a alguien en el consejo de administración y la tercera es incentivando no la producción, sino el desarrollo.
Al hacerlo a cambio de acciones te aseguras que te van a devolver el dinero, como Renault a Sarkozy o GM a Obama, pero aquí no devuelve nadie nada. Al contar con alguien en el consejo, te aseguras de que sabes qué pasa en la compañía y puedes reaccionar a tiempo, la decisión de cierre de Visteon se tomó hace años, lo que pasa es que nosotros no nos enteramos. Y al obligar a instalar un centro de desarrollo haces mucho más difícil la deslocalización, porque la materia gris siempre es tuya.
Aquí en España se ha hecho al revés. La falta de productividad se suplía con subvenciones y así se iban tapando agujeros y bocas. Pero solo a corto plazo. Y Andalucía ha sido especialmente perjudicada porque cada vez que compramos un coche el IVA lo gestionan las comunidades autónomas donde hay fábricas. Es decir, Cataluña, Valencia, Galicia y Castilla y León. Eso es así: nosotros pagamos y ellos reciben. Y de otra, tampoco recibimos nada de los 2.000 millones de euros que se han repartido como subvenciones porque aquí, como ya hemos dicho, no hay fábricas. O lo que es lo mismo, el Gobierno esta invitando a café con nuestra cartera y no nos enteramos.
Si algún responsable político me pidiese algún consejo sobre este asunto daría dos: Al señor Ávila, consejero de Economía de la Junta, que se mire bien lo de la automoción andaluza. Vamos a dejar de pagarles las subvenciones a las fábricas de otras comunidades autónomas y vamos a aplicar ese dinero a Andalucía.
Al señor ministro de Industria, decirle que si yo fuera él me dejaría de pensar en islas de salamandras azules y de coches eléctricos que no existen y pondría como condición a esas multinacionales que trabajaban con Visteon y que han recibido parte de los 2.000 millones que para seguir recibiendo deben seguir comprando a Visteon en Cádiz. ¿Será capaz el ministro de hacerlo? Lo dudo, a estas alturas de la película estoy cada vez más convencido de que las multinacionales están por encima de la ley. Y lo digo con conocimiento de causa.