Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
PAN PARA HOY

HÁBITOS

ÓSCAR TEROL
Actualizado:

Desde que la industria de la moda, tan dictatorial ella, decidiera que cada temporada del año, véase estación, tenía que tener su propia uniformidad, nos complicaron la existencia a las personas normales. Un inciso: sí, porque reivindico esa condición de 'personas normales', como usted y como yo, así sin tapujos, ya era hora de que alguien lo dijera. ¿Y que es una persona normal? Pues muy sencillo, alguien que no tendría un papel protagonista en una película de Almodovar, por ejemplo. Gente corriente que llenamos las ciudades y los pueblos, que vivimos sin entender casi nada de lo que pasa a nuestro alrededor pero ponemos cara de póquer y seguimos para adelante, porque nos han dicho que la vida es avanzar. Pues eso, que a estos señores que dominan el negocio de la ropa se les ocurrió la brillante idea de inventar la ropa de verano. Que, por otra parte, tienen su lógica, porque la temperatura sube y hay que desprenderse de alguna capa de los tejidos que nos cubren las chichas en invierno. Pero claro, no se iban a contentar los 'Armanis' de turno con que nos remangáramos la camisa, nos compráramos un abanico y nos bebiéramos una cañita fresca para pasar el calor, no. Eso es muy sencillo, se le podía haber ocurrido a cualquier persona normal, había que complicarlo, por ejemplo con los pantalones pirata. Esa absurda prenda que no sienta bien ni al mismísimo Cristiano Ronaldo. Son demasiado largos para ser cortos y se quedan muy cortos para llamarlos pantalón como dios manda. Bueno, y que no sean de esos que llevan bolsillos por todas las costuras, porque la dignidad te salta del cuerpo y se escapa corriendo. Aun sabiendo que sientan como una patada en la espinilla, nos los compramos, y lo que es peor, los intentamos defender con la cabeza bien alta en nuestro día a día.

Seamos sinceros, la ropa de verano, o te sienta bien, o te convierte en un bufón, no hay término medio. Ya siento ser tan claro. Voy más allá, hay piernas, piernillas y pernetas que sería mejor no enseñar si no hay una relación de cariño que amortigüe algo el impacto visual. Mañana se me pasa, es que me acabo de mirar en el espejo. Pasen buen día.