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Duran y Rubalcaba charlan el miércoles, al final del pleno del Congreso. :: J. J. MARTÍN / EFE
ESPAÑA

Zapatero confía en PNV y CiU para agotar mandato

Los socialistas se preparan ya para la dura negociación del techo de gasto que aprueba hoy el Consejo de Ministros

P. DE LAS HERAS
MADRID.Actualizado:

«¡A sufrir, que son dos días!». Esa fue la elocuente exclamación de un diputado, este miércoles en los pasillos del Congreso, tras la 'taquicárdica' votación del decreto de reforma de negociación colectiva. Hacía referencia a las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero cuando afirmó que antepone el interés general al insistir en agotar la legislatura para aprobar unas medidas con las que, sin duda, el PSOE «sufre». El Gobierno se prepara ya para el siguiente asalto: la aprobación del techo de gasto, que saldrá hoy del Consejo de Ministros rumbo al Parlamento con un sustancial recorte que podría llegar al 10% en el gasto corriente de los ministerios. Pero confía en que PNV y CiU le sirvan de salvavidas hasta el final.

Los socialistas se aferran al hecho de que tanto los nacionalistas vascos como catalanes han dejado ya entrever que tampoco ellos quieren un adelanto electoral. El presidente del Euskadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, lo ha dicho abiertamente y el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, alegó en Punto Radio que su postura en la votación de la negociación colectiva tuvo mucho que ver con no «dejar caer» a Zapatero porque eso habría llevado a la convocatoria adelantada de elecciones y a seis meses sin «nadie» para tomar decisiones, «con la que está cayendo en Europa».

Los mensajes de ambas fuerzas políticas son como un colchón de seguridad para el Ejecutivo, pero sabe que en ningún caso va obtener apoyo gratis y que, en lo que resta de legislatura, tendrá sumar a sus problemas con el electorado socialista otro más, que el PP hará lo posible por que penetre la idea de que Zapatero está dispuesto a hacer grandes concesiones a los soberanistas con tal de perpetuarse en el poder. Los propios nacionalistas contribuyen a esa idea con sus declaraciones. Si Erkoreka se jactó el miércoles de que nunca había logrado tanto a cambio de tampoco, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, afirmó ayer en Catalunya Ràdio que el Gobierno «está contra las cuerdas» y que de él se puede esperar ya «muy poca cosa».

«Patriotismo de pacotilla»

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, no ocultó su profundo malestar por el comentario jocoso del Erkoreka, e incluso afirmó que sus declaraciones rozan casi el «esperpento», a pesar de que el portavoz del grupo vasco pidió perdón horas después y expresó su respeto hacia quien había negociado con él hasta el último suspiro para ganar la votación, el portavoz socialista, José Antonio Alonso, y un equipo de asesores.

En todo caso, Gómez acabó atribuyendo el episodio a la necesidad del PNV de «vender un producto para su consumo». Y cargó las tintas contra el PP. «Es una desgracia para la ciudadanía española -dijo- que en momentos difíciles no sea posible hacer las reformas entre los dos grandes partidos».

También el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, defendió que PNV y CIU han demostrado más «sentido de Estado» que el PP y acusó este partido de haber hecho un «nuevo ejercicio de patriotismo de pacotilla». Y quien será directora de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, afirmó que el presidente de los populares, Mariano Rajoy «ha hecho en España lo mismo que la oposición en Grecia».

El PP, aun así, tendrá más oportunidades de reiterar su argumento . Artur Mas anunció que gracias a la dinámica de entendimiento que se visualizó ayer espera obtener «éxitos» relativos a traspasos y convenios que llevan aparejados dotaciones económicas. Eso, con un presidente del Ejecutivo al que considera «archivado desde el punto de vista político».