El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, toma asiento, ayer, para explicar a la prensa el plan de austeridad. :: J. KOLESIDIS / AFP
Economia

La UE quiere la unidad en Grecia

Merkel reclama al jefe de los conservadores helenos que asuma su «responsabilidad histórica»Los líderes comunitarios exigen a la oposición que apoye el plan de autoridad elaborado por Atenas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los líderes europeos hicieron ayer frente común para intentar convencer a la oposición griega de que respalde el plan de austeridad exigido al país. El jefe del partido conservador Nueva Democracia, que acudió a Bruselas a una cita del Partido Popular Europeo (PPE), escuchó durante toda la jornada el mismo mensaje. Antonis Samaras, sin embargo, se mantuvo impasible frente a la carga de profundidad lanzada por Angela Merkel. «Debe hacer honor a su responsabilidad histórica», espetó la canciller antes de arrancar la cumbre de los Veintisiete en la capital comunitaria.

Los mandatarios europeos abrieron ayer un encuentro de dos días que, en principio, estaba más enfocado a asuntos migratorios y de política internacional. El problema es que la crisis de Grecia lo opaca todo y apenas deja margen para otras cuestiones. Ante esta situación, los líderes de los Veintisiete se concentraron en transmitir una nítida exigencia: el país heleno debe unirse para sacar adelante su paquete de recortes. El objetivo es que los dos principales partidos -el socialista Pasok y el opositor Nueva Democracia- compartan juntos una carga que se prolongará al menos hasta 2015.

El acuerdo entre ambas partes no solo sería útil a la largo plazo y ante un eventual cambio de Gobierno. La UE quiere un compromiso ahora porque la semana que viene se votarán los recortes -6.500 millones este año y 78.000 hasta 2015- en el Parlamento heleno y el resultado no está nada claro. El Pasok del primer ministro Yorgos Papandreou cuenta con mayoría absoluta, pero dos de sus diputados ya han avanzado que se posicionarán en contra. La dureza de los ajustes ha provocado fuertes tensiones internas y pese a la reciente remodelación de Gobierno el panorama es incierto.

La UE no quiere enfrentarse a un final de infarto y por ello se lanzó a convencer al jefe de Nueva Democracia. Si lograra asegurar su apoyo a los ajustes, buena parte de las dudas de los mercados se disiparían y Grecia recibiría de forma automática las ayudas prevista en el rescate aprobado en mayo de 2010. Los ministros de Economía bloquearon el pasado domingo un cheque de 12.000 millones imprescindible para Atenas. El Ejecutivo ha admitido en varias ocasiones que sin ese dinero no podrá hacer frente al pago de la deuda que le vence este verano, lo que colocaría a Europa al borde de una crisis financiera monumental.

Las presiones a Samaras arrancaron desde por la mañana en la cumbre del PPE, donde están representados la mayoría de los gobiernos europeos. Distintos dirigentes repitieron la misma cantinela, pero Merkel fue sin duda la más contundente. «Todos tienen que estar unidos en el país», subrayó antes de recordar que tanto en Irlanda como en Portugal habían sido capaces de aparcar sus diferencias.

El líder de Nueva Democracia, que encabeza los sondeos electorales, no se dio por aludido. Ayer matizó un poco su postura, pero en anteriores declaraciones tachó de errónea la estrategia comunitaria. «He apoyado plenamente un ajuste fiscal, pero el Gobierno prevé una combinación de políticas como la subida de impuestos en una economía que se encuentra en una depresión sin precedentes», argumentó. Aunque sus palabras sonaron a sentencia definitiva, la UE mantendrá la presión hasta la votación.

Los líderes comunitarios, pese a la incertidumbre que rodea la aprobación de los recortes, trabajan con la tesis de que el Gobierno heleno saldrá adelante. Ayer, otro de los puntos principales era analizar la implicación de los bancos en el segundo rescate griego, que podría ascender a 105.000 millones. Alemania aceptó plegarse a las directrices del BCE y la participación del sector privado será «voluntaria» para evitar un terremoto en los mercados. Varios países, entre ellos España, han empezado a contactar con entidades financieras, fondos de pensiones y aseguradoras para sondear su papel en el nuevo salvavidas.

Iniciativa de Viena

Los bancos franceses y alemanes, que rozan los 62.000 millones en exposición a la deuda helena, serían los más afectados si el país se declarara en suspensión de pagos. Los socios comunitarios confían en que el sector privado acepte un pacto similar a la Iniciativa de Viena. Este acuerdo permitió en 2008 que los bancos no huyeran de las economías más débiles de Europa del Este en pleno estallido de la crisis financiera. Los socios comunitarios buscan fórmulas e incentivos que ofrezcan un resultado similar.

Los Veintisiete tuvieron oportunidad de revisar sus esfuerzos para avanzar hacia una mayor coordinación económica. Aunque la legislación que regulará las multas a los derrochadores está pendiente de un acuerdo con el Parlamento Europeo, los socios analizaron la evolución de otras herramientas como el Pacto del Euro Plus. Los líderes comunitarios se comprometieron a examinar el próximo diciembre el centenar de medidas presentadas por los países para mejorar su competitividad.