Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
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El Ibex entra en números rojos

El selectivo termina en los 9.812,7 puntos, un 3,18% más abajo que el viernes pasado

MADRID Actualizado: Guardar
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La crisis de la deuda griega se extiende y se agrava. Dos datos: el índice que más cayó hoy fue el Ftse Mib de Milán, con un descenso del 1,61%, con el peso del sector financiero en contra (Unicrédito cayó un 5,54% e Intesa SanPaolo, un 4,26%), después de que Moody's amenazara a 16 entidades del país con rebajar su calificación crediticia -algo lógico, por otra parte, ya que hace una semana hacia lo propio con la deuda soberana del país trasalpino-. Consecuentemente con ello, la prima de riesgo de los bonos italianos a diez años subía hasta el 2,14%, el nivel más alto de la crisis de deuda soberana europea y desde que comenzó a circular el euro. En los peores momentos de la crisis de la deuda irlandesa, la prima de riesgo de Italia no llegó nunca a alcanzar el 2%.

Tras el Ftse Mib de Milán, el índice que más bajó fue el Ibex-35, con un descenso del 1,31%, para dar un último cambio en los 9.812,70 puntos, con lo que el indicador español vuelve a estar en negativo este año, algo que no le ocurría desde enero, aunque sigue estando lejos de los mínimos anuales, que se encuentran poco por encima de los 9.400 puntos. Ahora acumula un descenso del 0,47%. Aunque, en Europa, sólo el Dax se mantiene en positivo en el año, con un avance del 3%.

La razón de este mal comportamiento del Ibex no estuvo directamente en los bancos, dado que no se colocaron entre los valores que más perdieron. Así, aunque Bankinter perdió un 3,17%, hubo otras compañías que lo hicieron todavía peor, como Ferrovial, que perdió un 4,21%, o también OHL, que se dejó un 3,73%. Criteria y Sacyr Vallehermoso, mientras, retrocedieron alrededor de un 3,3%.

Y Mapfre perdió un 3,18%. El Popular, mientras, cedió un 2,04%, Sabadell, un 1,76% y el Santander, un 1,42%. BBVA, que ya se llevó el jueves un fuerte castigo como respuesta a su ampliación de capital, hoy fue el mejor de la sesión, con una caída del 1,07%.

La prima de riesgo, desbocada

Pese a que los bancos españoles lo hicieron mejor que los italianos, el comportamiento de la deuda fue muy similar: la prima de riesgo de la deuda española marcó máximos de lo que llevamos de crisis y de la era del euro, en el 2,84%, aunque por menos margen que la italiana, ya que en lo peor de la crisis de deuda irlandesa se había situado en el 2,83%.

En el Ibex, sin duda, tuvo un gran efecto el incremento de la prima de riesgo. De ahí que los valores que más cayeron fueron los que tiene más deuda o los que dependen en mayor medida de la financiación. Aunque sorprende que, en un momento en que el mercado teme por una recaída en la recuperación económica, los dos únicos valores del selectivo español que cerraron en verde fueron las dos acereras: ArcelorMittal se apuntó un 0,76% y Acerinox, un 0,25%. Sólo otro valor de salvó de las pérdidas: Enagás, que cerró la jornada en tablas.

Entre los valores que mejor lo hicieron, pero con resultado negativo, Grifols, Amadeus o Indra. A IAG se le pasó la alegría por la caída del precio del crudo tras la intervención de la Agencia Internacional de la Energía y terminó la sesión con un recorte del 1,31%, casi lo mismo que Repsol YPF. Los otros grandes valores del Ibex, Telefónica e Iberdrola terminaron el día con descensos de un 1,11% y de un 1,16%, respectivamente.

Fuera del selectivo español, Prisa lideró los ascensos, con una revalorización del 5,80%, seguido de GAM, que también ganó más de un 5%. Mientras, en el otro lado de la tabla, el peor valor de la sesión fue Colonial, con un recorte superior al 5%.

Junto a los indicadores español e italiano, también el portugués cerró la sesión a la baja, con un descenso del 0,55%, aunque la prima de riesgo de la deuda lusa se mantuvo estable. El Dax alemán también cerró la sesión con descensos, pese a que Alemania es el único país en el que la producción industrial aumenta y pese a que el índice IFO de confianza en la economía germana superó las expectativas de los analistas. Pero la banca también se lo puso difícil.

El resto de los índices europeos terminaron la jornada en verde: el Cac 40 francés, por la mínima, mientras que el Ftse 100 británico se apuntó un 0,41%. Pero hay que resaltar que el Stoxx Europe 600 acumula ya ocho semanas consecutivas de descensos, la secuencia más larga a la baja desde el año 1998.

El lastre de la crisis griega

Y todo este contagio se debe a que Europa está fallando en la resolución de la crisis griega: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno se comprometió a diseñar un segundo rescate para Grecia sólo si el Gobierno y la oposición se ponen de acuerdo respecto al nuevo plan de austeridad en su votación, que tendrá lugar la próxima semana. Y por el momento, no parece muy factible que se llegue a ese acuerdo. De hecho, un miembro del propio PASOK, el partido de Yorgos Papandreou, afirmó no tener decidido todavía su voto sobre el plan de austeridad. Pero según se publicaba por la tarde en varios medios, las principales entidades financieras alemanas, incluidos Deutsche Bank y la aseguradora Allianz, se habrían mostrado dispuestas a aceptar un aplazamiento del cobro de la deuda griega (el proceso conocido como 'roll over') si los gobiernos ofrecen garantías y otras entidades europeas se avienen a lo mismo. Según informó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, las entidades españolas también estarían dispuestas a lo mismo. Efectivamente, la prima de riesgo de la deuda griega no sufrió. Se mantuvo estable en el desorbitado nivel del 14%.

En el mercado de divisas, el tipo de cambio entre el euro y el dólar vivió una gran volatilidad pero, al cierre de la sesión se mantenía en el mismo nivel del cierre de la jornada anterior, cerca de 1,42 dólares por euro.

De hecho, el Ibex también tuvo bastante volatilidad, porque comenzó la jornada en verde, pero a las doce de la mañana entraba en terreno negativo. Porque al peso que suponía el riesgo de la banca italiana se sumó la opinión de ese parlamentario del PASOK. A partir de ahí, no hubo remedio para los mercados. Ni con la publicación de los datos americanos a partir de las dos y media de la tarde, que superaron las expectativas de los analistas. Por un lado, los pedidos de bienes duraderos subieron un 1,9% en mayo, por encima del 1,5% previsto por los analistas, aunque, excluyendo los bienes de transporte, el crecimiento es de un 0,6%, por debajo del 0,9% esperado. Por otro, el PIB del primer trimestre se revisó al alza desde el 1,8% trimestral anualizado de la lectura anterior hasta el 1,9%. Con todo, los índices de Wall Street comenzaron la sesión con descensos.

En el mercado de materias primas, el barril de Brent retrocedió hasta los 105 dólares, su nivel más bajo de los cuatro últimos meses, mientras que el barril de West Texas cayó por debajo de los 90 dólares, con lo que ha retrocedido a niveles del mes de febrero.

También perdía posiciones la onza de oro, que se cambia por 1.508 dólares. El dinero seguía refugiándose en los bonos americanos y alemanes, cuya rentabilidad continúa bajando sin pausa, lo que sorprende, sobre todo en el caso de la deuda de Estados Unidos, que se enfrenta, por un lado, al fin del programa de compra de bonos de la Fed y, por otro, a una negociación entre republicanos y demócratas por la elevación del techo de deuda porque, en caso contrario, se podría producir una situación de impago en agosto.

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