INEVITABLE
Actualizado: GuardarLa juez Mercedes Alaya de Sevilla ha considerado y determinado que las actas de los consejos de Gobierno de la Junta celebrados desde2001 no tienen la condición de reservados, según la propia ley de Gobierno de la Autonomía andaluza, al rechazar el recurso de una apelación que presentó el letrado de los servicios jurídicos del Ente andaluz. Un duro golpe al mentón del Ejecutivo andaluz por una señora jueza que ya es tan popular en Sevilla como una figura del arte andaluz o una cantante del romancero regional. Hay que recordar que la jurista Alaya alcanzó la notoriedad a partir de 'desnudar'jurídicamente al exdueño del Real Betis Balompié, el ciudadano Manuel Ruiz de Lopera, y anular la propiedad del citado sobre las acciones del popular club de fútbol.
Sevilla, como ciudad dual, se dividió: la mitad bética adora a la jueza y la otra parte, la sevillista, la ignora. Faltaba, pues, la guinda de las leyendas duales de la ciudad (dos toreros, dos equipos de fútbol, dos vírgenes, una ciudad conservadora, la antagónica popular y extavertida y el mítico río que divide a esos dos universos desde sus dos orillas.
Como era inevitable y de esperar el líder Arenas, la 'esperanza' de la ciudad conservadora, replicó de inmediato desde la ciudad de Córdoba por donde deambulaba el líder conservador al afirmar que si su partido ganara las próximas elecciones se «sabrá toda la verdad» sobre el caso de los ERE irregulares. Un suspiro para todos.
Naturalmente, el dinámico y locuaz mandatario político actuaba como marcan las leyes y las buenas costumbres que recibimos de nuestros mayores. Pero los más indiferentes de la cosa pública tal vez echaran de menos alguna alusión, dato o compromiso público de Arenas, sobre los escándalos levantinos de su propio partido en el 'pufo' 'Gürftel'.
Reconozcámoslo: todos somos pecadores y, ya puestos a recordar los documentos sagrados, repitamos la reflexión: «El que esté libre de pecado que tire la primera piedra». Por ejemplo, la IU de Extremadura «donándole» el poder ejecutivo a los voluntariosos cuadros y seguidores del PP. Al parecer, el voto ciudadano también, como las divisas, sufren los bajonazos de los mercados votivos.