Cospedal reclama un rearme político y moral basado en austeridad e integridad
La secretaria general del PP toma posesión como presidenta de Castilla-La Mancha urgiendo a que se corrija «la deriva a la que ha llevado el Gobierno»
TOLEDO.Actualizado:La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, reclamó ayer un «rearme político y moral» de la sociedad española desde los principios de la austeridad, de la integridad y del sacrificio diario para la generación de riqueza. Cospedal lanzó este mensaje en el discurso que pronunció tras jurar su cargo como presidenta de Castilla-La Mancha ante un millar de personas en el claustro de San Pedro Mártir de la universidad regional.
Un acto en el que estuvo arropada por el presidente de su partido, Mariano Rajoy, y por otros dirigentes como Soraya Sáenz de Santamaría, Juan Antonio Monago o Alberto Ruiz-Gallardón, y al que asistieron su antecesor, José María Barreda; el presidente del Congreso, José Bono, y el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves.
La nueva presidenta castellanomanchega advirtió de que «España está desconcertada» y de que existen «derivas que hay que corregir de modo urgente», como «los excesos de todo tipo» que se han cometido en nombre del Estado autonómico o, la que, a su juicio, es «la más infame» de todas, la presencia de Bildu en las instituciones públicas.
Para ello, defendió un «rearme moral y político» que exige la legitimación de la política con mayúsculas, la renovación de los valores constitucionales, la austeridad en la gestión de los recursos públicos, la integridad de los gobiernos y la certeza de que «la riqueza no se crea por decreto, el crecimiento no es un derecho adquirido», sino que hay que trabajar día a día por ser una sociedad «pujante y próspera». A su juicio, ninguna de esas derivas terminará con el «indestructible» marco de convivencia de los españoles, pero España necesita «un liderazgo convencido de que se puede salir de la crisis», algo que no será posible «sin todos los españoles trabajando de la mano». Una crisis que deja cinco millones de personas sin trabajo, 216.000 de ellas en Castilla-La Mancha, por lo que, según la presienta regional, «ayudarles a encontrar un empleo y recuperar una vida es mucho más que una obligación política, es un imperativo legal».
«Gran desafección»
Cospedal reivindicó «la política con mayúsculas» y los valores democráticos en un momento en el que existe «una gran desafección» hacia ella y en el que, desde determinados sectores, se cuestiona el modelo político, los cauces de participación o la arquitectura institucional. Insistió en que la democracia es el mejor de los sistemas para organizar la convivencia a pesar de sus imperfecciones, como puede ser el derroche en el gasto de las autonomías.
En este sentido, dejó claro que el Estado de las autonomías ha sido el mejor instrumento para garantizar el bienestar social y la vertebración territorial en España, pero opinó que eso no puede convertirse en un conjunto «de 17 ecosistemas separados», solo unidos por el déficit público. «Hemos sido víctimas inocentes de nuestro propio éxito», apuntó la dirigente del PP, crítica con quien «confundió el lujo con las necesidades» y con quien dejó de vigilar «las grietas» que aparecieron «bajo nuestros pies».
Durante el acto, alrededor de un centenar de indignados convocados por el Movimiento 15M se manifestaron a las puertas del convento, para pedir a la nueva presidenta regional que «escuche» sus reivindicaciones. A través de una sonora cacerolada, que no se escuchó en el claustro donde se desarrollaba el acto, los indignados, vigilados por al menos una veintena de agentes de la Policía, tuvieron que permanecer tras unas vallas instaladas a varios metros de la entrada.