Rusia se deja querer por El-Asad
Moscú está dispuesto a llevar su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar cualquier intervención externa
NUEVA YORK.Actualizado:El agravamiento de la situación de los derechos humanos en Siria no va a encontrar una fácil respuesta por parte de Naciones Unidas pese al esfuerzo de los países occidentales por sacar adelante una resolución que condene los excesos del régimen de El-Asad. Enrocada en torno a la suerte de su viejo aliado en Oriente Próximo, Rusia está dispuesta a llevar hasta el final su derecho de veto en el Consejo de Seguridad, todo con tal de ahuyentar cualquier sombra de intervención externa en el conflicto.
Así de claro lo ha dejado el presidente ruso, Dmitri Medvédev, decidido a que no se repita un proceso como el que condujo a autorizar a la OTAN el uso de la fuerza en Libia y visto ahora por Moscú como un engaño, según se desprende de las duras palabras utilizadas en una entrevista publicada ayer por 'Financial Times'. Para el mandatario ruso, los aliados occidentales interpretaron a su manera la amplia resolución aprobada en marzo para contrarrestar a Gadafi. «Lo que era en principio una buena medida fue transformada en un trozo de papel utilizado para cubrir una operación militar sin sentido», dijo.
Como muestra de su inmovilismo en el asunto, Medvédev aseguró que ni siquiera se plantea apoyar una moderara iniciativa condenando los excesos de El-Asad presentada por Francia y Gran Bretaña en la que ni siquiera se hace referencia a sanciones económicas o acciones militares. A las advertencias del primer ministro británico, David Cameron, de que si un miembro permanente del Consejo de Seguridad intenta vetarla «lo llevará en su conciencia», el presidente ruso deslizó que lo mejor en estos momentos es que la ONU no haga nada. «No estoy seguro de que se necesite una resolución, porque una resolución puede decir una cosa, pero las acciones pueden ser muy diferentes. El texto puede decir: 'Nosotros condenamos el uso de la fuerza en Siria' y luego esos de los aviones alzarán el vuelo», afirmó el mandatario ruso. Aunque criticó el uso de la fuerza utilizado por su homólogo sirio contra la oposición, Medvedev no deja de ocultar sus simpatías por El-Assad. «Lamento la difícil situación en la que se encuentra. Parece que quiere reformas y cambios políticos en su país aunque ha llegado un poco tarde». En un intento de ganarse el puesto como interlocutor válido entre Gobierno y oposición, Moscú llamó ayer a ambas partes a negociar al tiempo que reiteró su resistencia a una resolución que implicara a Naciones Unidas. Con la ONU maniatada a causa del bloqueo ruso, la administración de Barack Obama considera que tomar decisiones unilaterales para arrinconar a El-Assad, entre las que se encuentra denunciarlo como autor de crímenes de guerra.