Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Sociedad

ÉXITO DE MORA

Serafín confirma su buen momento y Oliva su valor y su alegre gitanería

BARQUERITO
CRÍTICA TAURINAActualizado:

La primera corrida del verano de las Ventas. Una corrida de Martín Lorca que salió más buena que mala, porque tuvo fijeza y nobleza a la hora de retratarse. No poder propiamente. Y, sin embargo, no se defendió por falta de fuerzas ninguno de los toros de envío. Claudicó un primero colorado. No fue fácil sostenerlo. Primores menores de Serafín Marín pero irrelevantes por culpa de una embestida mortecina sin equilibrios de un toro al borde del abismo. Los indignados reclamaron su devolución. Estocada inapelable.

El segundo estuvo por galopar pero no llegó. Suelto de engaños y del caballo, se dejó ver en un gracioso quite por mandiles de Oliva Soto, que fueron tres, y el remate de larga preciosa. Al toro el faltó lo que a todos: asiento y entrega. Pero menos. Mal que bien empujó y repitió algo forzado por su mano buena, la derecha; le costó un mundo por la otra. Decisión y gobierno de David Mora, repetido en las Ventas tras su notable tarde del 1 de junio. Una faena de cuatro tandas de cala inmediata: dos primeras en la distancia bien aguantadas, a toro toreado; una tercera más trabajosa; una cuarta fortísima porque incluyó un cambio de mano por delante y un natural ligado con el obligado de pecho. Y eso encendió el ambiente.

Los remates de serie fueron espléndidos. En el momento justo, una estocada cobrada a volapié. Primer triunfo del verano. En al ganadería de Lorca hay un resto de Cebada Gago y apareció en el tercero, de atacar desordenadamente. Por falta de fuerza se acostaba el toro, aunque fue peleón.

Serafín hizo un buen quite a la verónica. Antes de pararse el toro, dibujó Oliva bellos muletazos sueltos. Con el sello de la escuela gitana de Camas. El cuarto, descarado, se arrancó por libre a los dos caballos y, flojo o sangrado, se acabó frenando, apoyándose en las manos, metiendo. Fue noble y le dio mimoso trato Serafín en firme faena que pecó de larga pero fue pulcra. Una estocada desprendida de excelente ejecución.

Menos ofensivo que los demás, el quinto lo toreó de salida a la verónica enroscándose con verdad Mora, quitó con garbo por el mimo palo Soto y lo pasó de muleta con decisión Mora en faena de porfía y sin distancias. Alardes de cruzarse al pitón contrario. Una estocada desprendida.

Buenos latidos de Soto con un sexto de no tanto trapío. Aguante cuando el toro se lanzaba a trallazos. Y, al fin, una inspirada faena de aguante y gracia, de llevar el toro toreado pero sin obligarle del todo, de acople espléndido por la mano diestra en series ligadas a engaño puesto y sin perder pasos.

Con sencilla pureza. Duró lo justo el toro y Oliva se puso temerario en una tanda de bernadinas amanoletadas. Cogido pero ileso al cobrar una estocada caída. Un aviso.