Aclaraciones y agradecimientos de urgencia
PRESIDENTE DEL CONSEJO REGULADOR DEL BRANDY DE JEREZ Actualizado: GuardarEl tsunami personal que he vivido este fin de semana no se lo deseo a nadie. Unas aclaraciones de urgencia permitirán salir al paso de la sombra de duda -de ese tan dañino «algo habrá»- que queda tras leer o escuchar determinadas informaciones.
Encontrarme mencionado el sábado en un periódico (tanto en papel como digital) y citado en radio como alguien bajo sospecha de estar cometiendo una supuesta ilegalidad es algo cduro. Y mucho más aún lo es, si cabe, cuando ello sucede dos meses después de haber sido advertido -por no utilizar otra palabra más contundente- por un alto cargo de la Junta de Andalucía de las consecuencias que para mí tendría solicitar, como Presidente de Fedejerez, la dimisión del ex consejero de Empleo de la Junta y actual Presidente del Consejo Regulador del Vino por el perjuicio a la imagen de la mencionada institución que representa la investigación en curso por el caso de los ERES falsos y otras ayudas gestionadas durante su etapa como Consejero de Empleo.
De forma muy sucinta, querría explicar de lo que se trata para que el lector se pueda formar su propia opinión.
1.- Como antecedentes de interés en relación con este asunto, procede recordar que, ante la grave crisis que viene soportando el sector del Vino y Brandy de Jerez en los últimos años, a comienzos de 2009 se consideró imprescindible proceder al reajuste de las estructuras de los CCRR para, mediante una integración de servicios comunes, lograr una significativa reducción de costes con la menor merma posible de eficacia en la gestión.
2.- Para favorecer dicho proceso de integración se estableció el criterio de proceder a la extinción, por causas objetivas, de los contratos de trabajo del personal al servicio de los Consejos Reguladores con una edad superior a los 54 años que hubieran cotizado más de diez años a la Seguridad Social por cuenta del Consejo Regulador, para incorporarles al Seguro Colectivo de Rentas de Prejubilación en una póliza de la que eran tomadores los propios Consejos Reguladores y que contaría, además, con ayudas de la Junta (que, por cierto, no se instrumentaron como un ERE).
3.- Por tener ya cumplidos los mencionados requisitos, se me incluyó -en mi condición de Técnico Titulado Superior contratado al servicio del Consejo (que no como Presidente del mismo)- en la oportuna lista y se me comunicó, con fecha 8 de abril de 2009, la decisión de proceder a la extinción de mi contrato de trabajo por causas objetivas con fecha 1 de diciembre de dicho año 2009.
4.- Seis meses más tarde, el Consejo me dirigió una carta manifestándome el interés en aplazar la fecha de extinción de mi contrato de trabajo hasta el día 31 de diciembre del 2010. Cosa que acepté y oportunamente firmé. Ese mismo día, el Consejo Regulador dirigió una carta a Vitalicio Seguros en Jerez de la Frontera -cuyo representante en Jerez es el propio asesor de la operación y redactor de las oportunas cartas- a los efectos de suspender mi integración en el Seguro Colectivo de Rentas de Prejubilación del que es tomador el Consejo Regulador del Brandy de Jerez y del que, en caso de prejubilarme, podría yo también percibir las cantidades oportunas.
5.- No obstante lo anterior, en el mes de diciembre 2009 (primer mes en que teóricamente ya me habría podido prejubilar de no haber mediado la carta mencionada en el apartado anterior) recibo una transferencia en mi cuenta corriente realizada por Vitalicio Seguros, que tan pronto la veo -unos días después- procedo a reintegrársela al transferente con fecha 5 de enero 2010 (de lo cual existe lógicamente el correspondiente justificante).
6.- Por su parte, el pasado mes de noviembre de 2010, una nueva carta del Consejo Regulador me comunicaba su interés de aplazar la fecha de extinción de mi contrato de trabajo hasta el día 31 de diciembre de 2011 y, con esa misma fecha, la consiguiente carta del Consejo dirigida a Vitalicio Seguros.
7.- Finalmente, el propio Director General del Consejo Regulador del Brandy de Jerez dirigió el pasado día 1 de marzo de 2011 una carta solicitando que se me diera definitivamente de baja en el Seguro de Rentas de Prejubilación, tanto por la necesidad del Consejo de poder seguir contando de forma indefinida conmigo como por ser éste «un deseo reiteradamente manifestado por el Sr. Babé quien, de hecho, no solo no había formalizado en ningún momento su adhesión a la Asociación sino que incluso confiaba en que su baja en el Seguro de Rentas ya se había formalizado».
Pues bien, al no haber estado en ningún momento prejubilado -teniendo incluso solicitada mi baja en el Seguro Colectivo de Rentas de Prejubilación suscrito por los Consejos Reguladores, que el propio Consejo tiene reiteradamente comunicada al asesor de la operación y representante en Jerez de Vitalicio Seguros- y al haber seguido todo este tiempo en activo (como consta en mi historial de cotización a la Seguridad Social) no he percibido ninguna -absolutamente ninguna- cantidad por prejubilación ni del Banco Vitalicio/Vitalicio Seguros ni de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. Naturalmente, la renuncia ya realizada a acogerme a la posibilidad de prejubilarme supone también la renuncia irrevocable a percibir cantidad alguna por dicho concepto de la entidad aseguradora o de la Junta.
Ni soy un intruso, ni he percibido cantidad alguna. Soy justo lo contrario: alguien que, teniendo derecho a prejubilarse, no ha cobrado ni un céntimo por dicho concepto. Por la sencilla razón de que tengo la gran suerte de poder -y querer- seguir trabajando. Todo esto se lo haré saber de inmediato a la juez para dejar satisfactoriamente resuelta cualquier duda al respecto.
Por último, tengo la intención de convocar urgentemente al Pleno del CRBJ para poner mi cargo de Presidente a su disposición, pues estoy convencido de que este tipo de situaciones en nada benefician a la imagen de seriedad y excelencia que debe caracterizar a las instituciones representativas del sector del Vino y del Brandy de Jerez.
Quiero desde estas líneas agradecer a las muchísimas personas que me han dado ánimo y llamado por teléfono en estos dos días para manifestarme su apoyo y plena confianza en mi honorabilidad que, con estas líneas, espero también quede restablecida, si fuera necesario, ante la propia opinión pública.