Técnicos de Red Bull y Sebastian Vettel siguen en las pantallas las evoluciones del monoplaza. :: AFP / RBR
Deportes/Motor

El corazón de Red Bull

El software PLM de Siemens que gestiona toda la información se ha convertido en una de las armas clave de la escudería

BILBAO. Actualizado: Guardar
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Sin ser la escudería con mayor presupuesto ni capital humano de la parrilla, también esta temporada lidera la clasificación del Mundial de Fórmula 1. Con unos pilotos de calidad al volante de sus monoplazas pero que tampoco destacan sobre los punteros del gran circo, los Red Bull consiguen un día sí y otro también ser los más rápidos en pista. La escudería campeona del mundo se ha convertido en la guía a seguir por parte de sus rivales. Todos tratan de imitar sus innovaciones para ponerse a la altura de los coches de la bebida energética. Pero los austríacos han demostrado que están siempre un paso por delante. La impagable visión de Adrian Newey, oficial jefe técnico del equipo, tiene mucho que ver al respecto. Él es el cerebro. Pero existen otros 'secretos' para que todo funcione a la perfección.

Red Bull Racing -y por extensión Toro Rosso- emplea desde hace años el software PLM de la marca Siemens, que según los propios responsables de la escudería se ha convertido en una de sus armas a la hora de obtener resultados. Es el corazón de toda la información que maneja. Porque si algo es imprescindible en este deporte es precisamente eso. Que todo esté a punto en el momento concreto. Que se minimicen los errores y se rentabilicen los esfuerzos.

La aplicación, que comenzó a emplearse desde que la escudería se llamaba Jaguar Racing, permite gestionar de forma eficiente todos los datos que maneja el equipo. Desde que comienza a gestarse una idea, en el proceso de diseño y construcción de la misma y hasta su fabricación. La Fórmula Uno es un deporte en constante evolución. En diferentes periodos a lo largo de la temporada se introducen innovaciones en el monoplaza con el único objetivo de que vaya más rápido. Y uno de los puntos donde más se trabaja es en el túnel de viento, el banco de pruebas de las escuderías para el que el software también aporta un valor añadido. Antes de que las piezas se conviertan en una realidad han pasado una simulación que permite limar errores o descartar bocetos, hasta que al final se fabrican dos o tres prototipos. Esta medida también afecta a los responsables de la compra de piezas o de la producción de la logística.

«No sólo interviene en el diseño del coche sino también en la información que llega del motor, de la telemetría de cada una de las carreras. Ofrece la 'foto' exacta de cómo esta el monoplaza en cada momento. Las cerca de 200 personas que lo pueden manejar entre ambos equipos cuando se levantan cada mañana ven cómo y dónde está el coche y saben lo que tiene que hacer», destacó Eduardo Marfá, director de marketing para Europa del PLM de Siemens, que la pasada semana ofreció una conferencia a diferentes empresas relacionadas con el sector del automoción en Bilbao.

Minimizar errores

Es más, cualquier modificación que realice un ingeniero en el bólido, de forma instantánea, puede ser consultada por los profesionales implicados aunque estén en diferentes partes del mundo. No es necesario informar a cada componente del equipo de que se ha realizado. La información viaja en tiempo real. «Hasta cuando el coche está en plena competición, está conectado con la fábrica por lo que si ocurre algo en la prueba se comienza de inmediato a trabajar en ello y no hace falta esperar al lunes y descargar todos los datos para tomar decisiones», relató Marfá.

El tiempo es algo muy valioso en este deporte. Cada 'quince' días, por las determinadas características del circuito en la que se disputa una carrera, es una historia diferente para todas las escuderías y sus monoplazas, por lo que todos los integrantes del box precisan saber en cada momento lo que hay que hacer. «Cuando se llega al trazado cada persona sabe cómo van a montar el coche», destacó. Se minimizan los errores. «Todo el tiempo que se reduzca en este apartado se dedica a otra cosa y se ahorra dinero», matizó. Una mayor eficacia redunda en una mayor rentabilidad. La que le saca Red Bull Racing a sus monoplazas.

La Fórmula Uno es uno de los mayores escaparates del motor de donde, en muchos casos, las evoluciones que aplican a los monoplazas tienen su versión en el sector de la automoción tradicional. Pero no sólo las innovaciones, el software de Siemens también lo emplean marcas como Seat, Daimler, Volskwagen, Chrysler y Aston Martin, entre otras.