Nuevos aires en Diputación

La Diputación Provincial de Cádiz ha cambiado de manos después de 30 años bajo el poder de los socialistas. Me pregunto qué habrá debajo de las alfombras del antiguo Palacio de la Aduana después de tantos años de reinado del PSOE. La Diputación siempre ha sido sinónimo de enchufismo o de cementerio político. Desde luego puedo dar fe de que se trata de un depósito de cadáveres políticos y de amigos del partido que han aprovechado el momento para colarse en una institución pública y no dar palo al agua. Otra cosa bien distinta son los jefes de servicio y funcionarios, aunque algunos hay que han aprendido de sus superiores. Es decir, a no doblarla. Nunca he comprendido por qué las diputaciones siguen en activo cuando ya existen las macomunidades para controlar la gestión de los municipios más pequeños. Estamos ahora en un momento idóneo para iniciar el proceso de desaparcición. Confío que el aire nuevo del PP sirva para dar este primer paso.