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Bossi, en su mitin anual en 2008. 'Ellos fueron sometidos por la inmigración', reza el cartel. :: G. C. / AFP
MUNDO

Berlusconi, en manos de la Liga Norte

El mitin anual de Bossi en Pontida será hoy decisivo para conocer la suerte del Gobierno italiano

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ CORRESPONSAL
ROMA.Actualizado:

La política italiana está pendiente de un descampado en Pontida, un pequeño municipio lombardo. Es el lugar donde la Liga Norte, principal aliada de Berlusconi en los últimos diez años, celebra desde 1991 su verbena anual de colocón nacionalista, con su delirante repertorio simbólico, de cascos de vikingo a bodas paganas de rito céltico. Luego sube el líder, Umberto Bossi, y brama unas cuantas barbaridades. Promete, según el año, una Padania independiente, o acuñar sus propias monedas, o echar a los negros a patadas. Este año es muy especial porque, dolida por los batacazos electorales en las municipales y el referéndum, parece el momento propicio para que la Liga rompa con Berlusconi o, al menos, le ponga fecha a la legislatura. La base del partido está muy cabreada y no se conforma con los disfraces de druida. Habrá 40.000 personas atentas a lo que dirá Bossi. Y el resto del país escucha porque el miércoles habrá una votación en el Parlamento para verificar si el Gobierno tiene aún una mayoría.

Pontida es donde, envalentonado por su gente, Bossi lanza ultimátums a Berlusconi, porque la Liga vive de creerse muy auténtica y de no andarse con rodeos: «La Liga lo tiene duro» fue uno de sus grandes lemas. En realidad el partido del norte, que empezó siendo antisistema, luego independentista, federalista y finalmente partido de Gobierno con ministros, lleva una década tragando con los desmanes de 'Il Cavaliere' sin haber logrado gran cosa y esta vez el venerado líder tiene que vender algo creíble a los suyos. La fiesta escenifica el encuentro entre el partido y el pueblo elegido en el «suelo sagrado» de Pontida, donde se supone que en 1167 unos veinte municipios lombardos hicieron un juramento contra el Sacro Romano Imperio. De ahí nace la empanada de la inexistente Padania.

Escuchando Radio Padania o leyendo el diario del partido, 'La Padania', es evidente que el electorado 'leghista' está harto. También ellos están cansados de Berlusconi y son muchos los que quieren abandonarlo para no hundirse con él. La incógnita es qué anunciará Bossi cuando suba hoy al palco. La Liga lleva toda la semana haciéndose la misteriosa, quizá para elevar el carácter mesiánico de su sarao. En realidad tienen un papelón peliagudo y se vuelven locos haciendo cálculos: deben medir si recuperarían votos abandonando ahora a Berlusconi o unas elecciones anticipadas les rematarían. No se sabe si Bossi dará hoy la puntilla al Ejecutivo. Bossi traicionó al 'Cavaliere' en 1994, en el primer Gobierno de ambos, pero desde entonces parecen inseparables. Desde luego le marcará una serie de condiciones, que a buen seguro ya ha pactado con él.

Esas condiciones son los clásicos golpes de efecto de su ideario político que, se supone, satisfacen a sus votantes. El principal es una reforma fiscal con bajada de impuestos. En estos días la presión de Berlusconi sobre el ministro de Economía, Giulio Tremonti, para que abra la caja, contra toda lógica de austeridad, es enorme. La Liga ya se ha marcado otros gestos para la galería esta semana: se negó a firmar un decreto para dar salida a la basura de Nápoles -la idea es que los italianos del sur son vagos y maleantes- y el Gobierno ha extendido de seis a 18 meses el periodo de retención de inmigrantes clandestinos. Lo que querrían ahora sería, por ejemplo, endurecer el control de la llegada de indocumentados de África y un bloqueo naval de Libia y Túnez con fuerzas de la OTAN. Además de otro clásico de sus utopías: quieren trasladar algunos ministerios a Milán y ciudades del norte.

'El Trucha'

A la Liga Norte le urge una línea clara, porque todo está pasando muy deprisa. Hace solo un año eran el único partido en ascenso en las urnas, pero el escenario ha cambiado y a ellos se les mete en el mismo saco. Crece la percepción de que también la Liga ha caído en los vicios de la política. El hijo de Bossi, el inefable Renzo, alias 'El Trucha', colocado como diputado regional en Lombardía, es el símbolo más claro.

El propio liderazgo de Bossi está en discusión por primera vez. Hasta se derrumban sus mitos. En las municipales ha perdido Novara, paradigma de la ideología 'leghista' de municipios eficientes, bien gestionados y con medidas audaces, como la prohibición de tiendas de 'kebab', el veto a la fiesta de la unidad de Italia o rondas de vigilancia capitaneadas por el alcalde con uniforme paramilitar. Parecía el paraíso, pero algo falló.