¿Por qué estamos indignados?
Seis personas de la calle nos cuentan sus preocupaciones y por qué se han adherido al 15-M
Actualizado:No importa su edad, ni su condición, ni sus ideologías o creencias. Todos ellos, la mayoría de los cuales no se conocían hasta el momento, tienen un lazo común que les ha hecho hermanarse por una misma causa: la defensa de la democracia y la rebeldía contra un poder político desvirtuado que, según ellos, solo lucha por sus propios intereses y se ha olvidado de los ciudadanos.
José. el más longevo de estos 'indignados' entrevistados por LA VOZ, confiesa su desazón por haberse pasado media vida batallando por unos derechos que ahora afirma que se verán usurpados, con la congelación y reducción de las pensiones. Su edad no ha supuesto un impedimento para que, junto a su mujer, haya participado no solo en la manifestación de Sevilla sino también en la de Madrid, una inquietud que compagina con movimientos vecinales y la parroquia del barrio. Carmela, de 57 años, es hostelera y presta altruistamente sus servicios como cocinera en el campamento del 15-M desde que se instaló en el Arenal.
A ella, como es lógico, le preocupa la situación de los autónomos y anima a que personas de todas las edades se 'indignen' junto a las que como ella trabajan en el campamento, y que se autodenominan 'las madres del 15-M'. Otros jóvenes, como Paula, Witti, Mario o Álvaro hacen hincapié en el poder absoluto que a su juicio han adquirido los bancos en detrimento de la gente de a pie, así como en los recortes sociales, en la precariedad laboral y en la poca calidad de la educación pública. Todos ellos seguirán 'indignándose' esta tarde, en la manifestación del 19-J convocada en el Arenal.