Los comercios de la calle Brasil también reclaman por los daños causados por el incendio
Los establecimientos hosteleros se vieron forzados a cerrar durante horas debido a los cortes de luz y al cordón de seguridad de la zona
CÁDIZ.Actualizado:El incendio que arrasó el jueves la planta baja del edificio Brasil causó numerosos estragos hacia arriba, sobre los pisos superiores, pero también en derredor. La 'onda expansiva' fue económica y aunque los daños son menos escandalosos que el hollín de la fachada, siguen siendo daños al fin al cabo.
La mañana del jueves la sufrieron los vecinos del edificio con pánico y los comerciantes de la zona, con pérdidas. Los cortes de luz, el precinto policial de la zona y el consecuente descenso de clientes hicieron mella en prácticamente todos los establecimientos de la zona, la mayoría, del sector hostelero. En poco más de 40 metros se suceden una hamburguesería, una taberna, una pastelería, una heladería, una pizzería, dos restaurantes, un bar y un pub de copas, que tuvieron que cerrar casi todo el día. Por un lado, el acceso a los locales estuvo restringido durante horas, pues las dos aceras de la calle estaban dentro de cordón de seguridad. Además, desde las 9.30 horas hasta las 15.15 horas, se suspendió el suministro eléctrico en toda la calle (del Paseo Marítimo hasta la Avenida), ya que se apagó un transformador cercano al edificio en llamas mientras los bomberos lanzaban miles de litros de agua. Como consecuencia, fue imposible atender a los clientes y las neveras estuvieron desconectadas toda la mañana, lo que pudo afectar a los alimentos. La heladería italiana, por ejemplo, tuvo que recurrir a un generador provisional para evitar perderlo todo. «Hemos mandado a revisar algunos suministros y tememos que ciertas máquinas se hayan estropeado con el apagón brusco de la luz», explicaba ayer Tomás Moreno, gerente del restante Arana, cuya terraza -frente al edificio quemado- fue precintada por motivo de seguridad. El día para ellos se dio por perdido. Al otro lado del incendio, el restaurante del hotel Tryp Caleta también se vio afectado, no por cortes de luz, sino porque atendió y dio de comer gratis a los vecinos, bomberos y policías (unas 100 personas). En el cercano Fogón de Mariana la actividad se recuperó con normalidad por la tarde, pero se dejaron de ofrecer desayunos y almuerzos. Los seguros de algunos de los comercios de la calle ya han comenzado a valorar los posibles daños para reclamar la reparación a quien corresponda: en este caso, la aseguradora del local incendiado. De hecho, el propietario del local se comprometió con algunos de los empresarios a asumir los perjuicios el mismo día del suceso. Con todo, ciertos hosteleros reconocían ayer que quizá renuncien a reclamar. Más por hartazgo que por desidia. Recuerdan que durante siete meses han sufrido cortes de luz similares debido a las obras de reparación de la calle. Por uno más...