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Mohamed VI, flanqueado por su hijo El-Hassan y su hermano Rachid, conversa con el responsable de la reforma de la Constitución. :: A. B. / AFP
MUNDO

Menos poderes para el rey de Marruecos

Mohamed VI presenta la reforma constitucional para una «transición democrática», presionado por el descontento popular

PAULA ROSAS
RABAT.Actualizado:

Tras varios meses de espera, y sin que haya sido consultada con los partidos políticos o los agentes sociales del país, Marruecos tiene ya una nueva Constitución que desacraliza la figura del rey y con la que el monarca cede parte de sus poderes. Mohamed VI, en pleno escenario de la primavera árabe y presionado por las manifestaciones que toman las calles marroquíes periódicamente para exigir cambios, ha optado por un proceso de reforma que algunos tildan de «transición democrática», pero que los más críticos consideran insuficiente.

El monarca presentó anoche en un discurso televisado las modificaciones introducidas. La nueva Carta Magna sigue las líneas generales ya esbozadas por Mohamed VI el pasado 9 de marzo: más poder para el primer ministro y para el Parlamento en detrimento de las prerrogativas reales, más independencia para la Justicia y reconocimiento del amazigh (bereber) como lengua oficial junto al árabe, entre otros cambios.

Lo que sí es una novedad es que el monarca va a dejar de ser una figura «sagrada», una de las demandas de las manifestaciones populares, para pasar a ser «inviolable», igual que el soberano español. Mohamed VI conserva su título de Comendador de los creyentes, que le coloca a la cabeza de la comunidad musulmana marroquí y de la política religiosa.

El nuevo texto no está exento de polémica por su supuesta falta de transparencia. Los partidos políticos no recibieron hasta la víspera de su anuncio el texto con las modificaciones y, tan solo una semana antes habían sido convocados para conocer un primer borrador, que fue presentado de forma oral. Sin embargo, un comunicado del gabinete real, difundido por la agencia oficial de noticias MAP, destacaba que todos las formaciones que forman la mayoría gubernamental «han expresado su profunda satisfacción por este proyecto que crea una institución democrática avanzada. La incógnita ahora es si será sometido a consultas o si se enviará tal cual al referéndum previsto, en principio, para el uno de julio.

Presidente del Gobierno

Según las nuevas enmiendas, el primer ministro, que hasta ahora era designado por el rey, será el candidato del partido más votado, y pasará a llamarse presidente del Gobierno. Sus atribuciones se amplían y, según las reformas propuestas, nombrará y destituirá a ministros -excepto el de Defensa, que se mantiene bajo la supervisión real-, altos funcionarios y directores de las instituciones, así como a los gobernadores civiles.

La nueva Constitución mantiene el bicameralismo del Parlamento, pero otorga más poderes legislativos a la Cámara de Representantes (baja), mientras que la de Consejeros se mantiene como un órgano de representación de comunidades territoriales y sindicatos. Marruecos será, además, un «Estado musulmán», una inclusión en el texto que se ha hecho por la presión de los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo, que amenazaban con hacer campaña por el 'no' en el plebiscito si la Carta Magna recogía finalmente la «libertad de creencia». El texto finalmente no lo incluye, aunque en el país magrebí existe libertad religiosa y está garantizada por el Estado.

El anuncio de reformas nace de la presión del movimiento 20 de Febrero en las calles, y en plena ebullición de la primavera árabe, pero tanto el majzén (entorno de consejeros del rey) como gran parte de la prensa más oficialista del Estado norteafricano han buscado dar la vuelta a la tortilla y situar al monarca como protagonista e impulsor único de este proceso reformador.