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Pitusa Sánchez-Ferragut. :: L. S.
Sociedad

Sánchez-Ferragut plasma la experiencia de su padre en un 'gulag' en un libro

'También se vive muriendo' es la primera obra de la hija de un oficial de la marina mercante que pasó 17 años en un campo soviético

A. LEÑADOR
CÁDIZ.Actualizado:

«Este libro es un homenaje a mi padre», afirma con ojos vidriosos la gaditana Pitusa Sánchez-Ferragut, hija de un marino mercante español que estuvo 17 años prisionero en un campo de concentración soviético, un 'gulag', donde hombres, mujeres y niños eran usados como mano de obra esclava. 'También se vive muriendo' es la historia de este hombre, un libro autoeditado y financiado por la misma autora. «Mi padre era muy reservado y no hablaba de esta etapa de su vida, pero encontré unas notas suyas y empecé a preguntarle y a investigar», así nacieron estas cuatrocientas páginas escritas a modo de diario, que Sánchez-Ferragut defiende como «una parte de nuestra memoria histórica que merece ser contada».

Ramón fue uno de los 270 españoles que sufrieron todo tipo de vejaciones en un 'gulag' soviético durante la Guerra Civil, enviados a la U. R. S. S. por el gobierno de la República.

'Volver a España' es la frase que se repite a lo largo de la roja portada del libro de Sánchez-Ferragut. «Era lo que querían los españoles, todos ellos civiles, que fueron por este motivo considerados por el PCE y las autoridades moscovitas como antisoviéticos o enemigos de este pueblo», relata la autora, que como decía su padre, «nunca sabremos el número total de muertos».

A lo largo de estas páginas se cuenta no sólo una historia, sino múltiples relatos de supervivencia, lealtad y amistades «como las que ya no existen».

Muchos años han tenido que pasar para que Pitusa entienda por qué su padre, después de volver de aquel calvario, se enfrentaba a sus vástagos cada vez que almorzaban. «No quería que nos dejáramos nada en el plato. Si no nos comíamos todo, nos lo guardaba para el desayuno o la cena», cuenta la escritora amateur, que reafirma las heridas que deja el hambre continuada en el alma de un buen hombre, honrado y trabajador.

Su mujer, veinticinco años más joven que él, sí que conocía en gran parte el relato del horror que su marido pasó en uno de los muchos 'gulags' que había en territorio soviético. «Lloró mucho cuando leyó el libro», que también ha entusiasmado a sus dos hermanos.

Valiente, Pitusa es modesta y no reconoce como una gesta épica escribir un libro como este, que reconoce, de haber tenido más dotes literarias, podría haber novelado.

Entre sus agradecimientos, hay uno a la historiadora Luiza Iordache, cuya tesis versó sobre 'Los republicanos españoles en el gulag (1939-1956)', publicado por el Instituto de Ciencias Políticas y Sociales de Barcelona, con quien contactó una vez terminado el libro.

Por ahora, los cien ejemplares del libro ya se han agotado en todas las librerías de Cádiz, pero la autora plantea ante la demanda sacar algunos más. En cuanto a escribir una segunda obra, todavía no lo tiene claro... Habrá que ver.