Erdogán apela al consenso para modelar la nueva Turquía

En medio de felicitaciones internacionales -con la UE a la cabeza-, tranquilidad de los mercados financieros y el sobresalto de la explosión de una bomba en la provincia Sirnak, que dejó once heridos, Recep Tayyip Erdogán se apresta a formar nuevo Gobierno en Turquía tras ser ratificado el domingo con mayoría absoluta en las urnas. Sin embargo, lo hará con un pequeño pero importante hándicap: el apoyo recibido en las urnas no será suficiente para reformar la Constitución sin tener que alcanzar un consenso con la oposición, algo que quería evitar a toda costa el primer ministro.

Después del descanso que se tomaron ayer los diferentes líderes políticos para reponerse de una campaña electoral sumamente dura en la que no han ahorrado insultos y hecho gala de una cierta malicia con la revelación de vídeos de contenido sexual, Erdogán se pondrá manos a la obra para diseñar su próximo gabinete. Según todos los indicios, el nuevo Ejecutivo se verá reducido de veintisiete a veinticinco ministerios. Parece que uno de los que permanecerá en el cargo será el titular de Exteriores, Ahmet Davotoglu, además de crearse una cartera para las relaciones con la Unión Europea y otra encargada exclusivamente de la economía.

La primera sesión de la asamblea parlamentaria salida de las votaciones tendrá lugar cinco días después de que la Comisión Electoral Suprema (YSK) publique los resultados oficiales del escrutinio de las legislativas. En ellas, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) logró el 49,90% de los votos, por el 25,91% del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el 12,99% del ultraderechista Partido Movimiento Nacionalista (MHP). El prokurdo Partido de la Paz y de la Democracia (BDP) sumó el 6,65% de los sufragios.

Participación de todos

Pero el verdadero reto al que se enfrenta el primer ministro es la negociación que deberá acometer con los tres partidos de la oposición en Cámara Baja para redactar una nueva Carta Magna. La búsqueda de consenso para escribir una Constitución que encauce el modelo de democracia del futuro fue resaltada la noche del domingo por el propio Erdogán -«será la Constitución de los turcos, los kurdos, los gitanos, las minorías...». Y ayer esa necesidad fue también subrayada por la presidenta de la influyente Asociación de Hombres de Negocios e Industriales turcos, Ümit Boyner. En un comunicado, la patronal hizo hincapié en sus expectativas de que ese documento sea escrito mediante «el consenso y la participación que han acercado (Turquía) a la Unión Europea y que han garantizado la estabilidad económica y reducido el desempleo».

Los comicios del domingo también depararon que hasta cinco implicados en las tramas golpistas Ergenekon y Sledgehammer fueran elegidos diputados como candidatos de CHP y MHP. Todos ellos fueron detenidos en su momento y algunos luego liberados mientras otros continúan en prisión por su pertenencia a estas redes clandestinas de funcionarios, militares y activistas republicanos que habrían planeado golpes de Estado contra el gobernante AKP, formación islamista moderada.