«Elecciones para poner fin a un Gobierno a la deriva»

Cada semana que pasa el PP añade un nuevo argumento a su demanda de adelantar las elecciones generales, previstas para marzo de 2012. María Dolores de Cospedal aludió ayer al diferencial de 265 puntos que por la mañana separaba el bono español a diez años del alemán para describir una «preocupante» situación de la economía española. Una coyuntura a la que, según la secretaria general del PP, el Ejecutivo socialista «o no quiere o no tiene capacidad» de hacer frente.

Cospedal, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del comité de dirección del PP, insistió en que España está «perdiendo un tiempo precioso» en emprender la recuperación económica debido a que el Gobierno «está a la deriva». Culpa de esta falta de timón a José Luis Rodríguez Zapatero, por ser un «presidente que no comenta nada» ni en relación con su política económica ni ante el «fracaso» de la reforma laboral, y a Alfredo Pérez Rubalcaba, al que calificó de «candidato de gira» por España, pero enzarzado en cuestiones partidistas sin actuar «ni como vicepresidente del Gobierno ni como ministro del Interior».

La lugarteniente de Mariano Rajoy requirió al Gobierno que asuma sus responsabilidades y deje paso al PP para que España pueda transitar por la senda del crecimiento. Para ello, el PP recomienda al PSOE que «plantee claramente un anticipo electoral», tal y como pidió Rajoy hace un año.

Descartó, una vez más, la posibilidad de presentar una moción de censura en el Congreso. Reconoció que, pese a los acuerdos puntuales en ayuntamientos o en entes supramunicipales, las conversaciones sobre pactos del PP con los partidos del arco parlamentario (CiU y PNV, especialmente) «se ven improbables e imposibles».