Kohl y su mujer Hannelore, de vacaciones en Austria en 1994. :: AP
Sociedad

La otra vida de Hannelore Kohl

Un periodista que se ganó la confianza de la fallecida esposa del canciller alemán relata sus secretos mejor guardados

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Cuando Hannelore Kohl decidió suicidarse, el 4 de julio de 2001, en la soledad de su hogar, Alemania se inclinó ante la tragedia; el país entero rindió tributo a la mujer que vivió al lado del legendario Helmut Kohl durante 41 años. La esposa del canciller de la unidad había sucumbido a una enfermedad rara que le impedía soportar la luz solar. Pero también a la soledad a la que fue condenada a causa del mal y de la separación física de su esposo, que vivía en Berlín.

Diez años después de su muerte, un periodista que se ganó la confianza y la amistad de la esposa del excanciller, ha decidido contar en un libro las confidencias que le hizo Hannelore Kohl en los últimos años de su vida. La obra 'Frau an seine Seite: Leben und Leiden der Hannelore Kohl' ('Una mujer a su lado. Vida y sufrimientos de Hannelore Kohl'), escrito por Heribert Schwan, ofrece un panorama desolador de la esposa del político y recupera para la opinión publica varios episodios de su vida, marcados por la tragedia, que nunca antes habían sido divulgados.

Por ejemplo, el autor revela la experiencia traumática que vivió cuando tenía 12 años y que fue, quizás, el detonante para la enfermedad que padeció en sus últimos años de vida. Cuando la joven y su madre intentaban llegar a la zona occidental de Alemania ocupada por las tropas aliadas, un grupo de soldados soviéticos la capturó y violó. «Después, me arrojaron como un saco de cemento a través de una ventana», confesó Hannelore Kohl al autor del libro.

El trauma de la violación le persiguió toda la vida y detalles tan pueriles como el olor a sudor de los hombres, el aliento a ajo y alcohol e incluso escuchar el sonido del idioma ruso removían en su memoria la tragedia de la violación. Cuando Hannelore Kohl sucumbió a la enfermedad, algunos especialistas le recomendaron una terapia psicológica. Los expertos sospechaban que un trauma vivido en su infancia podía ser el origen de la fotofobia. Ella lo negó, para evitar que la opinión pública conociera lo sucedido.

Sus secretos ocultos

Como esposa de Helmut Kohl, se dedicó a tiempo completo a vivir a la sombra de su marido, pero nunca pudo aceptar el circo de la política, ni tampoco las vacaciones de la familia en Wolfgangsee, un idílico lugar austriaco, donde Kohl seguía ejerciendo como canciller, en un ritual que era rechazado por ella y sus dos hijos.

El autor del libro, cuya reseña fue publicada por 'Der Spiegel', también se atreve a mencionar un capítulo del matrimonio que nunca antes había llegado a la prensa, pero que era conocido por periodistas y el circulo íntimo de Kohl. Heribert Schwan insinúa que Hannelore estaba al corriente de un 'affaire' que tenía su esposo con Maike Richter, una hermosa economista que terminaría convirtiéndose en la segunda esposa del excanciller, además de haber tolerado con elegancia y disciplina, el famoso «campamento de gitanos», como fue calificado en su momento por un amigo, la vivienda que compartió Kohl en Bonn con su eterna secretaria particular, Juliane Weber.

Antes de morir, Hannelore Kohl escribió veinte cartas de despedida. La que dirigió a su marido es una póstuma declaración de amor. «Te amo y admiro tu fuerza. Espero que no la pierdas porque aún tienes mucho por hacer».