Los turcos frenan las ansias de Erdogán
El partido del primer ministro revalida su hegemonía en las legislativas, pero sin la suficiente holgura para reformar la Constitución
Actualizado: GuardarLos turcos han vuelto a confiar en Recep Tayyip Erdogán para que siga liderando un país que, bajo su mandato, ha puesto la economía a velocidad de crucero. Con un 50,3% de los votos conseguidos y 326 escaños, el AKP del primer ministro logró ayer consolidar su poder con una victoria aplastante, y se convirtió en el jefe del Gobierno con más éxito de la Turquía moderna, al sumar tres legislaturas con mayoría absoluta.
Sin embargo, el electorado le ha negado el poder absoluto para que su partido, el AKP, haga y deshaga a su antojo en materia constitucional. La formación islamista moderada, que quiere cambiar el modelo de democracia hacia un sistema más presidencialista, deberá negociar con la oposición representada en el Parlamento, ya que no ha conseguido los 330 diputados necesarios (de 550 que tiene la Cámara Baja) para poder someterlo a referéndum o los 367 escaños para reformar la Carta Magna en solitario.
El AKP ha aumentado su porcentaje de votos en un 4% con respecto a los comicios de 2007, aunque este impulso no se ha visto reflejado en su representatividad en el Parlamento, donde ha perdido quince asientos. El debate de hace cuatro años sobre si la formación de Erdogán buscaba o no islamizar el país ha quedado atrás, y los turcos han revalidado principalmente los logros económicos que este Gobierno ha conseguido consolidar, y que cuenta con cifras palpables para avalarlo.
Y lo demuestran una más que robusta cifra de crecimiento del PIB en 2010 (8,9%, la más apabullante del mundo solo por detrás de China) o una inversión importante en bienes estructurales como carreteras, colegios o reformas en los hospitales. Una multitud de seguidores quiso agradecérselo ayer a Erdogán cuando el primer ministro acudió a votar en Estambul con su esposa: «Turquía está orgullosa de ti», le gritaban.
El que también ha conseguido aumentar en cuatro puntos su representación en el Parlamento es el principal partido opositor, el CHP (Partido Republicano del Pueblo), que ha obtenido el 25,9% de los votos, que se traducen en veintitrés escaños más, hasta los 135. Su nuevo líder, Kemal Kiliçderoglu, que se hizo con las riendas de la formación tras la dimisión el año pasado de Deniz Baykal después de un escándalo sexual, ha sabido reformar y modernizar el partido alejándolo de su pasado de apoyos golpistas y centrando su mensaje en la socialdemocracia y la distribución de la riqueza, en vez del discurso nacionalista radical al que acostumbraba.
El MHP se mantiene
El ultraconservador Partido de Acción Nacionalista (MHP), sacudido también por varios escándalos sexuales durante la campaña electoral y del que se temía que no llegara a alcanzar el 10% necesario del voto nacional para estar representado en el Parlamento, ha conseguido finalmente mantenerse, con el 13% de los sufragios.
Mientras, los kurdos no le han perdonado a Erdogán su discurso cada vez más nacionalista turco del último año, con el que ha seducido a algunos seguidores tradicionales del MHP. Muchos de los votantes más conservadores de esta minoría de doce millones de personas (un 20% de la población del país otomano) habían confiado en el AKP por su islamismo en 2007, pero han optado esta vez por apoyar a los nacionalistas kurdos, el Partido de la Paz y el Desarrollo (BDP), que ha logrado el 5,24% de los votos y 35 escaños. La formación ha conseguido sortear la barrera del 10% necesaria para tener representación en la Cámara Baja ya que sus candidatos se presentan como independientes.
Más de cincuenta millones de electores, dos terceras partes de la población del país euroasiático, estaban llamados a las urnas en una jornada que transcurrió con tranquilidad y sin apenas incidentes. La participación, que en Turquía es obligatoria, fue del 83,9%.