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Camiones con soldados sirios que gritan eslóganes a favor de El-Asad se dirigen a Yisr al-Shagur en el tercer día de ofensiva. :: B. T. / AP
MUNDO

Tropas sirias toman la ciudad rebelde

El Ejército de El-Asad utiliza toda su maquinaria bélica para someter Ysir al-Shagur después de tres días de ofensiva y asedio

A. G.
EL CAIRO.Actualizado:

La ciudad rebelde de Ysir al-Shagur cayó ayer en manos del Ejército sirio después de tres días de ofensiva y asedio, según informó la televisión estatal. El régimen de Bashar el-Asad utilizó todo el poderío de su maquinaria bélica para sofocar la insurrección y vengar las muertes de 120 oficiales de policía que Damasco atribuye a los que denomina «grupos armados».

La tropas utilizaron tanques, cohetes y helicópteros para disparar desde tres puntos contra casas de la ciudad situada a unos veinte kilómetros de la frontera con Turquía. En un primer momento la oleada de fuego fue contestada por los sublevados que causaron la muerte de la menos un militar además de herir a otros cuatro. Los rebeldes perdieron a dos de sus hombres, según medios afines al Gobierno. Según la agencia de noticias oficial Sana, los soldados entraron Ysir al-Shagur por la mañana después de desmantelar los explosivos colocados en los puentes y carreteras de acceso a la localidad.

Sana, la única fuente de información de esa zona vedada a otros periodistas nacionales e internacionales, también destacó que durante el avance de la ofensiva se localizó una fosa común con los restos de al menos diez integrantes de los servicios de seguridad de Yisr al-Shagur, en la provincia de Idleb. Sana explicó que «la fosa fue descubierta ante la presencia de medios de comunicación árabes y extranjeros» -curiosamente para dar fe de matanza atribuida a los sublevados si fueron acreditados- y volvió a acusar a «grupos armados» de haber vejado los cadáveres sacados de la fosa.

Además, la televisión especificó que los cuerpos descubiertos estaban en su mayoría decapitados, con impactos de bala en distintas partes y con miembros amputados. Y en una nota urgente, agregó que un supuesto miembro de un «grupo terrorista» confesó haber participado en esa masacre contra policías y miembros de los cuerpos de seguridad y de haber enterrado los cadáveres en la fosa común.

El asalto a Yisr al-Shagur comenzó el viernes coincidiendo con una nueva jornada de represión de las protestas contra el régimen de El-Asad. Sin embargo, la actitud de las Fuerzas Armadas no parece ser del agrado de muchos de sus mandos. Buen ejemplo de ello es el general Husein Harmush, quien en declaraciones a la cadena de televisión catarí Al-Yasira anunció que había decidido renunciar a su cargo en el Ejército en protesta por las prácticas de los militares y que pasaba a ser miembro de las llamadas Brigadas de Oficiales Libres, formadas por desertores. Harmush explicó que esas brigadas, que, según él, han conseguido evacuar al 91% de los vecinos de Yisr al-Shagur, se han creado para defender a los habitantes del pueblo y asegurar el trasladado de refugiados a Turquía.

Más de 5.000 refugiados

La represión del Ejército en la provincia de Idleb ha obligado a más de 5.000 sirios a buscar refugio en el país otomano, mientras que varios centenares más esperan en el lado sirio de la frontera. Muchos de estos desplazados han relatado que los militares mataron el viernes a todos los hombres jóvenes en algunas de las localidades de la región del norte.

«Los soldados mataron a todos los hombres jóvenes del pueblo», relató una anciana desde Hatay, en el lado turco, en declaraciones publicadas por la edición digital del diario 'Hürriyet'. La mujer aseguró que sus maridos fueron asesinados y que decenas de menores han quedado huérfanos en su pueblo, Sleybi. «Atacaron desde las seis de la mañana y durante todo el día intentaron acabar con todos. Mataron a mi marido y ahora pretenden hacer como si no pasara nada. ¡Estás mintiendo! Nos han echado de nuestro país, de nuestra tierra», se lamentaba.

Otra mujer mostraba a su bebé a las cámaras. «Presidente El-Asad, le has dejado sin padre. ¿Es que no le temes a Alá?», clamaba. «¿El-Asad no tiene conciencia? ¿Esta es la justicia de El-Asad? Nos han echado de nuestras casas. Pueden vernos a todos nosotros, todos los sirios de la región se están congregando aquí. Que todo el mundo vea lo que está pasando», denunció un refugiado. A su lado, otra anciana mostraba su ira al grito de «¡Que Alá les castigue! ¡Que Alá castigue a El-Asad».