EL DOMICILIO LONDINENSE DE CARLOS Y DIANA
Bajo la sombra de la princesa
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El palacio de Kensington fue el primer domicilio londinense de los príncipes de Gales. Carlos y Diana reconvirtieron dos apartamentos, el 8 y el 9, en una residencia de dichas y desdichas a partir de su enlace matrimonial, en 1981. En este enclave crecieron Guillermo y Enrique y, con frecuencia, se veía a la princesa acompañando a sus hijos hasta el parvulario de Wetherby, en el vecino barrio de Notting Hill. Más quebraderos de cabeza causaban al personal de seguridad las frecuentes escapadas de Diana a la muy transitada calle comercial, Kensington High Street, para que los pequeños tomaran una hamburguesa y vieran una película en el cine local. La princesa deseaba una infancia «normal» para sus hijos. Los nubarrones cubrían el hogar conyugal desde el día de la boda y la tormenta estalló en 1992, el 'annus horribilis' de los Windsor. Los príncipes de Gales se separaron oficialmente ese mes de diciembre. Para entonces, Guillermo estudiaba en el internado de Eton y repartía sus vacaciones entre la casa maternal, en Kensington, y la finca rural de su padre, a unas tres horas de Londres. «No poder decir la palabra 'mamá' nunca más suena a poca cosa. Pero para muchos, incluido yo, ahora es una palabra vacía que solo evoca recuerdos», dijo Guillermo la primera vez que habló del dolor de perder a su madre en el accidente de París, el 31 de agosto de 1997. Desde entonces, cada verano, la verja del palacio se llena de flores y mensajes de pesar de los cientos de personas que añoran a la 'princesa del pueblo'.