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El ADN español de grandes inventos
MADRID Actualizado: Guardar"Que inventen ellos". La famosa y amarga queja de Miguel de Unamuno sobre la ciencia española se ha convertido en un tópico difícil de desterrar. Sin embargo, siempre han existido genios hispanos capaces de adelantarse a su tiempo y sobreponerse a las dificultades económicas o tecnológicas de la época. La reciente secuenciación del genoma de la leucemia linfática crónica por un equipo de científicos españoles es el último ejemplo. Gracias a los medios de comunicación del siglo XXI su importante avance será reconocido. Otros no tuvieron tanta suerte. ¿Quién sabe hoy en día que el telescopio, la calculadora o la mismísima radio tuvieron una impronta española? Sus creadores fueron olvidados por la historia oficial.
Cuando una noche Galileo miró la luna con la ayuda de un telescopio, cambió la forma de entender el universo y la propia Tierra para siempre. Pero el astrónomo italiano podría haber hecho poco si antes un óptico catalán no hubiese creado "un catalejo para mirar lejos". La invención del telescopio se atribuye al holandés Hans Lippershey. Al menos, fue el más rápido en patentar el artilugio el 2 de octubre de 1608. Sólo dos semanas después lo hicieron otros dos holandeses: Jacob Metius y Zacharias Janssen. ¿Demasiada casualidad?
Según un estudio de Nick Pelling, publicado en la revista británica History Today en 2008, el verdadero inventor del telescopio fue el gerundense Juan Roget. En su investigación, basada a su vez en los trabajos del español José María Simón de Guilleuma, asegura que Roget ya había fabricado un telescopio antes del 5 de septiembre de 1608. En esa fecha existen escritos sobre una subasta de los bienes del comerciante Jaime Galvany en los que se describe ese catalejo "para mirar lejos" realizado por Roget.
La teoría de Pelling defiende que este telescopio fue adquirido por alguien que se dirigió a la feria de Frankfurt, donde se exponían anualmente las novedades científicas y el curioso instrumento podría ser admirado. Allí se puso en contacto con Zacharias Janssen, que frecuentaba esa feria ansioso de encontrar un invento que le diera fama. Janssen se quedó el telescopio con la promesa de encontrar un comprador y repartir las ganancias. Sin embargo, tenía otros planes. Acudió a Lippershey, que ya era un óptico muy reconocido, y que no tardó en patentar el artilugio. De esta forma, se adelantó a Janssen que también reclamó su gloria semanas más tarde.
La voz navega por las ondas
La batalla por la radio es una de las más enconadas y polémicas que existen. Hay multitud de candidatos, aunque, sin duda, Marconi es el mejor posicionado. Sin embargo, un español fue el primero en lograr transmitir la voz humana por las ondas. Julio Cervera Baviera nació en Segorbe en 1854. Este ingeniero y militar trabajó junto al propio Marconi y su equipo en Londres. A partir de 1899 su capacidad creadora se refleja a base de patentes. Perfeccionó la telegrafía sin hilos hasta el punto de que sus máquinas eran más fáciles de manejar que las de Marconi porque incorporaban un teclado para escribir los mensajes. Pero el hito de Cervera llegó en 1902. Entonces logró transmitir por vez primera la voz humana por las ondas. El sonido recorrió la distancia entre Jávea e Ibiza. Es decir, fue la primera emisión de radio. Sin embargo, la fama de Marconi acabó triunfando.
Por fortuna, algunos inventores españoles sí han logrado hacerse un hueco en los libros. Isaac Peral gracias a su submarino es uno de ellos. Otros que también idearon e incluso construyeron sus prototipos varias décadas antes, como Narciso Monturiol, fueron ignorados. Juan de la Cierva y su famoso autogiro, precursor de los helicópteros actuales, no tiene nada que envidiar a los mediáticos hermanos Wright. El listado de nombres es extenso y el número de inventos difícil de calcular. Por cierto, la calculadora fue obra del pontevedrés Ramón Verea.