Los romeros gaditanos ya esperan a Jerez

Llegó el momento más esperado para muchos romeros gaditanos, el de la llegada a la ermita almonteña, antes de la presentación de la Virgen que tendrá lugar en la jornada de hoy. La mayoría de las filiales gaditanas, con la sola excepción de Jerez, fueron abandonando, con absoluta normalidad y acompañadas una jornada más por el agradecido viento de Poniente, el espacio natural de Doñana en las Tinajas. La primera fue Cádiz, que este año contaba con la novedad de que en lugar de hacerlo sobre las cinco y media lo hacía a las dos menos cuarto.

Tras ella marcharon, después de la hora del almuerzo, las hermandades de Arcos, Puerto Real, El Puerto, Sanlúcar y Chipiona. Poco después del atardecer, las seis ya se encontraban en la aldea y comenzaban a reencontrarse con los muchos devotos y amigos que se acercaron hasta la ermita. Tan solo faltaba la hermandad de Jerez que abandonará el espacio natural alrededor de las diez de la mañana de hoy tras pernoctar anoche en Aguaperal.

El sonido del pitero fue acogido con mayor satisfacción en esta tercera jornada del camino en la que se recorrieron un total de siete kilómetros. Sin duda, el hecho de que el momento de reencontrarse con la Blanca Paloma se acerque sirvió de revulsivo y satisfacción para los romeros gaditanos. Tras pernoctar en la noche del jueves en Aguaperal, el rezo del Ángelus precedió a la celebración de la Santa Misa que se ofició a partir de las once de la mañana. La única alteración, que fue acogida positivamente, tras el acuerdo alcanzado recientemente por la junta de gobierno, fue el hecho de adelantar el horario de salida desde el espacio natural. De esta manera, la caravana de la capital llegó a la aldea antes de almorzar. Uno de los primeros puntos de encuentro fue la casa de hermandad en la que los peregrinos pudieron descansar. Ya por la noche, alrededor de las once, tuvo lugar el Rezo del Santo Rosario en la capilla. Hoy, a partir de las cinco de la tarde está prevista para la presentación ante la Virgen.

Para Jerez, la jornada de ayer fue larga. Una de las más tediosas, con la temida raya, fosa de muchos peregrinos que ya andan al límite de sus fuerzas. Pero pese a la dureza de la jornada, sin duda es uno de los días más intensos de la hermandad de Jerez en el Coto de Doñana. Pronto, a primera hora, la corporación levantó el campamento para poner rumbo al Cerro de los Ansares, donde tuvo lugar la eucaristía, la misa de romeros. De nuevo, la presencia de José Mazuelos devolvió algo de estabilidad a la hermandad de Jerez, que afronta su última romería con esta junta de gobierno al frente.