El Gobierno descarta demandar a Alemania por la crisis del pepino
El Ejecutivo de Berlín se compromete a colaborar en una campaña a favor de los productos españoles que ya se está diseñando
BERLÍN. Actualizado: GuardarEl Gobierno español ha optado por cambiar de tono en la álgida crisis de los pepinos, que estaba envenenando las relaciones entre Berlín y Madrid, y ha decidido colaborar con las autoridades alemanas para recuperar el prestigio de las frutas y hortalizas españolas y obtener así mayores indemnizaciones de la UE. El secretario de Estado español para Asuntos Europeos, Diego López Garrido, descartó ayer en Berlín que Madrid vaya a plantear una demanda judicial contra el Gobierno germano, tal como lo había sugerido el vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Apostó, en cambio, por estrechar la cooperación entre los dos países para paliar los daños causados por las declaraciones de la senadora de Salud de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, que culpó a los pepinos españoles de ser los causantes de la epidemia causada por una variante salvaje de la bacteria E. Coli.
«Nunca ha oído que el Ejecutivo español estudiara la posibilidad de presentar una demanda de Estado contra Estado», dijo López Garrido, durante una rueda de prensa en Berlín. «Tenemos que ser constructivos y mirar hacia delante», añadió el dirigente socialista, quien admitió no obstante que podrían darse demandas de entidades privadas, tal y como ya han anunciado algunas de las afectadas.
López Garrido utilizó un lenguaje conciliador para referirse a la actitud adoptada por el Gobierno alemán para buscar medidas que puedan subsanar los daños causados por las declaraciones de la senadora de salud de Hamburgo. El secretario de Estado español anunció, en este sentido, que Berlín apoyará una campaña destinada a recuperar la imagen de las hortalizas españolas en Alemania.
«El Gobierno alemán se ha comprometido a esforzarse por recuperar el prestigio de los productos agrícolas españoles mediante acciones concretas de promoción que el Gobierno español ya está preparando», dijo el alto funcionario, quien se entrevistó el miércoles pasado con su homólogo alemán, Werner Hoyer. «Hay un apoyo político explícito a España. Esto es lo más relevante de mi encuentro con el señor Hoyer», añadió.
El político español tampoco ahorró adjetivos negativos para referirse a la gestión de la crisis realizada por las autoridades sanitarias de Hamburgo, a las que culpó de haberse «precipitado» y de cometer un «claro error» al culpar a los pepinos españoles. «Respetamos que las autoridades sanitarias hagan recomendaciones de higiene, pero lo que no se puede hacer es acusar a un producto concreto de un país de ser el origen de una enfermedad sin pruebas objetivas y científicas», dijo López Garrido. «Fueron declaraciones lamentables que causaron graves daños en Europa y España y deterioran la imagen de Alemania en muchos sectores españoles».
Trabajar juntos
En su encuentro con los medios de comunicación, López Garrido subrayó que España y Alemania deseaban trabajar unidos para afrontar la dimensión económica de la crisis y obtener nuevos fondos comunitarios para compensar las pérdidas causadas, en especial, a la agricultura española. El representante del Gobierno de Zapatero celebró el aumento del fondo, pero calificó como «insuficientes» los 210 millones aportados hasta el momento por Bruselas.
«España se une a Alemania en los esfuerzos por encontrar una solución al problema sanitario. Ese es el principal reto. Se trata de una enfermedad grave que ha producido muertes y hay que detectar el origen de la enfermedad», insistió. Las autoridades sanitarias germanas todavía siguen dando palos de ciego en la búsqueda del origen del brote, que ha causado 29 muertes en el país y uno en Suecia, y ha provocado, además, el peligroso síndrome urémico hemolítico a 722 personas.
Rusia levanta el veto
El Gobierno ruso levantó también ayer las restricciones para la venta de bayas y fresas españolas, según informó la Embajada de España en Moscú. El anuncio se produjo en una reunión entre representantes del Servicio Sanitario de Rusia (SSR) y la embajada española. Pese a que en ningún momento se declaró una prohibición expresa a la importación y comercialización de bayas europeas, la Asociación de Mayoristas de Rusia denunció la existencia de una orden de los servicios sanitarios de retirarlas del mercado.
Rusia prohibió las importaciones de verduras procedentes de España y Alemania el 30 de mayo, veto que el día 2 se amplió a todos los vegetales europeos. La Unión consideró la medida «desproporcionada». Rusia se resiste ahora a levantarla.