El presidente de la CEOE, Juan Rosell, y los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, en un desayuno informativo. :: J. MARTÍN / EFE
Economia

Los empresarios tachan de «desequilibrada» y «decepcionante» la reforma de los convenios

Los sindicatos piensan, por el contrario, que se abre un gran campo con la incorporación de la flexibilidad en las empresas

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ni la letra ni la música. A la patronal no le gusta nada el primer borrador sobre negociación colectiva que ha elaborado el Gobierno. Para el presidente de CEOE, Joan Rosell, este documento es «decepcionante» y «bastante desequilibrado». «No resuelve los problemas de las compañías y tampoco va en la dirección de arreglarlos», aseguró. La única esperanza que les queda a los empresarios es que el Ejecutivo finalmente «rectifique» el contenido del decreto ley que aprobará mañana en Consejo de Ministros.

El titular de Trabajo, Valeriano Gómez, afirmó que el documento iba a recoger la esencia de lo pactado por los agentes sociales, pero según Rosell finalmente no ha sido así. Opinó que el texto carece de herramientas suficientes para fomentar la flexibilidad interna en las empresas, pese a que fue uno de los puntos en los que acercaron posturas con las centrales antes de las elecciones del 22 de mayo. Negó que los empresarios busquen «barra libre» para organizar a su gusto las condiciones de trabajo, y aseguró que esta reivindicación es «su caballo de batalla», por lo que sin ella «están perdidos».

En opinión del dirigente de la patronal, los puntos de consenso sobre convenios de empresa, mutuas y absentismo han sido «olvidados» en la redacción final. Por lo contrario, se han recogido algunas cuestiones técnicas relacionadas con la solución extrajudicial de conflictos laborales, y sobre las que todavía existían diferencias considerables. También criticó la creación de un consejo de relaciones laborales, ya que será «un organismo más» en tiempos de crisis.

«El Gobierno ha escrito lo que ha creído oportuno, pero de manera desequilibrada», subrayó el máximo responsable de la patronal. Aun así, descartó que el Ejecutivo haya obrado de «mala fe» y en contra de los intereses de los empresarios.

Mientras, los sindicatos discrepan de estas duras críticas. No ocultaron el descontento con algunos de los puntos del documento remitido por el Gobierno y sobre todo advirtieron de que esta ley necesitará el visto bueno de los agentes sociales. Pero el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, aseguró en una entrevista en TVE que el texto abre «un gran campo» con la incorporación de la flexibilidad interna de las empresas y mantiene los «elementos centrales» de lo 'preacordado' entre los agentes sociales.

Sin cambios

Mientras la cúpula empresarial exponía a los medios de comunicación sus argumentos, técnicos de CEOE recibían de manos de los responsables del Ministerio de Trabajo un borrador que ya era de sobra conocido. Joan Rosell defendió que los empresarios no han cambiado sus posiciones en ningún momento de la negociación, pese al movimiento de tierras de la pasada semana. Aclaró que tampoco existe «ningún posicionamiento político» que haya justificado la prolongación de las negociaciones hasta después de las elecciones.

Los representantes de la patronal tratarán de mantener contactos con los grupos en las próximas semanas para corregir el texto en el trámite parlamentario. Para ello sería necesario que las fuerzas parlamentarias sacaran adelante la iniciativa de convertirlo en proyecto de ley. De momento, los responsables de Trabajo ya se han reunido con los representantes de las diferentes fuerzas políticas y afirman que han encontrado «receptividad», pero que todavía «es muy pronto» para saber con qué apoyos contará esta medida.

Rosell reconoció que «será difícil arreglarlo vía enmienda» y descartó una posible desobediencia por parte de los empresarios, pese a haber asegurado poco antes que poseen herramientas suficientes como para poner trabas en el camino.

El presidente de CEOE subrayó que algunos puntos serán de «difícil aplicación» y no ayudarán a solucionar los problemas cotidianos de las compañías. Advirtió de que, en estos momentos, los patronos tienen pánico a contratar. «No pedimos reformas para el beneficio exclusivo de las empresas, sino en beneficio del país», concluyó.

En principio, y como aseguró Joan Rosell, CEOE seguirá negociando con los sindicatos y el Gobierno. Continúan en marcha numerosas mesas y algunas que se han abierto recientemente, como la de desempleo juvenil. «Cuando sufres un mal resultado en un partido hay que ir al siguiente con el objetivo de golear», comparó, y repitió que el actual sistema de contratación hay que cambiarlo «de arriba a abajo».